Así es su vida un año después de su retirada de los ruedos

Fue hace poco más de un año cuando el torero anunció su retirada de los ruedos, una inesperada noticia que hizo pública a través de sus redes sociales: “A quienes durante más de 3 décadas me han acompañado: Lo primero que quiero deciros es gracias por su cariño y apoyo incondicional, en especial durante este último año de pandemia en el que decidí defender la tauromaquia, tirar para adelante y devolverle al mundo del toro lo mucho que me ha dado”, empezó diciendo el valenciano en el comunicado a modo de introducción.

En el párrafo siguiente, el diestro comunicó a sus fieles seguidores la noticia que menos esperaban y que tanto han lamentado en esta última temporada: “En este momento de mi temporada taurina 2021 he decidido hacer un alto en el camino y retirarme por tiempo indefinido”. Unas palabras que, como era de esperar, llamaron la atención de propios y extraños y con las que el maestro comunicó la que pasaría a ser su nueva realidad. Aun así, optó por no profundizar en los detalles que le hicieron comunicar está drástica decisión que tomó tan solo un año después de separarse de Paloma Cuevas y de rehacer su vida de la mano de Ana Soria, su actual pareja.

Enrique Ponce toreando / Gtres
Enrique Ponce toreando / Gtres

En aquel momento se habló de que este paso al frente por parte de Ponce podría haber estado impulsado, primero, por el posible embarazo de la joven almeriense, y después, por el supuesto fin de su relación con la estudiante de derecho. Pero nada más lejos de la realidad. Es cierto que ha estado más cerca de su novia, que ha podido pasar más tiempo con ella y que, además, se ha podido permitir disfrutar más de sus hijas, fruto de su matrimonio con Paloma Cuevas. Sin embargo, esto no ha sido todo lo que ha hecho el torero en este intenso año de parón. ¿Cómo ha cambiado su vida desde entonces?

Tras un discreto comienzo de verano del que lo único que se sabe es que el maestro disfrutó de las playas más exclusivas de Almería y que surcó los mares del Mediterráneo junto a su chica, después de varias semanas envueltos en rumores de ruptura, a mediados de julio Enrique Ponce y Paloma Cuevas firmaron el divorcio tras más de un año intentando ponerse de acuerdo en las condiciones y sin necesidad de recurrir a los tribunales.

Enrique Ponce y Paloma Cuevas / Gtres
Enrique Ponce y Paloma Cuevas / Gtres

Dos meses después, salía a la luz que el valenciano había decidido poner a la venta la finca Cetrina, una propiedad de 1.200 metros cuadrados ubicada en Jaén, aunque a principios de este año se dijo que el torero había cambiado de opinión y que había optado por alquilar una parte de la finca para la celebración de bodas y eventos importantes. Una información que, al tratarse de su bien más preciado, vino acompañada de rumores de problemas económicos del de Chiva, de quien se dijo que era su única alternativa para poder cubrir los gastos de la propiedad sin ningún tipo de complicación.

Tras una larga temporada a la sombra, el pasado mes de marzo Enrique Ponce y Ana Soria volvieron a acaparar los titulares de las principales cabeceras nacionales después de que la revista Semana anunciase que la pareja estaba más distanciada que nunca y que incluso los enamorados apenas pasaban tiempo juntos, ya que, al parecer, el maestro pasaba mucho tiempo en Cetrina atendiendo las necesidades de la finca. Aprovecharon el momento para desmentir esta información y también para gritar su amor a los cuatro vientos.

Enrique Ponce en un photocall / Gtres
Enrique Ponce en un photocall / Gtres

Las claves de su nueva vida

Tan solo unas semanas después, se conoció que los tortolitos se habían comprado la casa de sus sueños, un chalet de dos plantas, con piscina y zonas ajardinadas, situado en una de las zonas más exclusivas de Almería y por el que han pagado un millón de euros. Parece que la pareja estrenó el nidito de amor el pasado mes de abril y que ya han conseguido convertirlo en su mejor refugio.

Enrique Ponce y Ana Soria / Gtres
Enrique Ponce y Ana Soria / Gtres

Además, durante el tiempo en que el torero ha trabajado en la puesta a punto de su nuevo hogar, se sabe que ha podido centrarse en sus negocios, entre ellos, la empresa que creó junto a su novia en el sector inmobiliario, y también disfrutar del golf, una de sus grandes pasiones. Del mismo modo, en esta etapa también ha dado la bienvenida al nuevo miembro de la familia, un cachorro de teckel que promete hacer mucha compañía a Ney, su otra mascota, así como estrenar una moto de gran cilindrada igual que la del padre de Ana, con quien ya ha salido a hacer alguna ruta para estrenar su nueva adquisición.

Está claro que Enrique Ponce atraviesa una de sus etapas más dulces, tanto a nivel personal, como profesional. No solo se ha comentado que el maestro podría estar a un solo paso de anunciar su vuelta a los ruedos, sino que, además, él mismo ha confesado a la revista Diez Minutos sus intenciones de pasar por el altar con la mujer de su vida: “Estoy buscando el momento adecuado para pedir matrimonio a Ana, deseando”, confesó hace tan solo unas semanas. La boda es lo único que le falta, ahora bien, ¿acabará comprometiéndose antes de que acabe el 2022?


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