Ayuso presenta sus primeros presupuestos sin pacto con Vox, que reclama reducir la inversión en igualdad

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, conversa con la portavoz de Vox en la Asamblea, Rocío Monasterio.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, conversa con la portavoz de Vox en la Asamblea, Rocío Monasterio.Alberto Ortega (Europa Press)

Un esprint de dos meses para aprobar los Presupuestos de 2022 en la Asamblea de Madrid. Eso es lo que le espera al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que este miércoles ha presentado el proyecto de 23.000 millones con el que espera combatir las graves consecuencias económicas y sociales de la pandemia sin haber alcanzado antes un acuerdo con el único partido que puede ayudarle a aprobarlo. Vox aprovechará la tramitación parlamentaria de esas cuentas récord en gasto para engordar enmienda a enmienda la factura que quiere cobrarse a cambio de aprobar los primeros Presupuestos que presenta la presidenta regional desde que gobierna Madrid (2019).

Esta es la situación. Madrid, la locomotora económica de España, también sufre el golpe de la covid. Suturar las heridas abiertas por la pandemia, que se ha cobrado más de 25.000 vidas en la región mientras ponía al limite a los servicios públicos y le pegaba un mordisco gigantesco al PIB, depende en gran medida de sus Presupuestos. Estas son las líneas maestras del proyecto que el Gobierno pretende convertir en aguja e hilo en mano de cirujano, presentado este miércoles sin la presencia de Díaz Ayuso.

Incremento de la inversión en educación (806,7 millones, un aumento del 16,4%) sanidad (693 millones, una subida del 8,6%), y políticas sociales (353,3 millones, para un 19,2% más); congelación del salario de los altos cargos, como siempre desde 2010; y récord de previsión de gasto (23.033 millones, un 14,8% más) impulsado por el maná de los fondos europeos (1.018 millones). Así lo ha destacado este miércoles el consejero de Hacienda, Javier Fernández Lasquetty, que ahora tendrá que arremangarse en una complicada negociación en la Asamblea con la extrema derecha.

“Enmienda a enmienda, hasta el 31 de diciembre”, ha dicho este miércoles Rocío Monasterio, la líder regional del partido de Santiago Abascal, sobre cómo negociará las cuentas con Díaz Ayuso. “Todo lo que sea gasto político hay que eliminarlo. Hay gasto que no es fundamental”, ha añadido durante una entrevista en Antena 3. “Hay que hacer un ejercicio de auditoría para redirigir el gasto a lo fundamental”, ha seguido. Y ha rematado: “Dedicamos millones y millones a promoción de consejerías. No tiene sentido pasar de cuarenta y pico millones (en 2019) a sesenta y pico millones (en 2022) que son básicamente campañas de promoción de los consejeros. Ni un observatorio de transparencia que nos cuesta 2 millones. Políticas de igualdad por casi 30 millones de euros tampoco tienen sentido”.

Así, Vox ha puesto en la diana cuatro asuntos clave para dar su necesaria abstención o voto favorable a los Presupuestos: reducción de parte de los 700 millones de gasto que considera superfluo; gratuidad de la educación no obligatoria (guardería y bachillerato); derogación de las leyes LGTBI; y aprobación de su polémica ley de igualdad.

“El acuerdo no puede ser que un grupo de 65 diputados asuman todo lo que pide un grupo de 13″, ha contrapuesto Lasquetty, comparando al peso la representación del PP y de Vox en la Cámara regional.

El partido de Díaz Ayuso, que lleva dos semanas esperando a que Vox detalle sus peticiones en un documento que sirva como base de la negociación, según una fuente gubernamental, está dispuesto a abrir el debate sobre la modificación de los artículos de las leyes LGTBI que permiten la inversión de la carga de la prueba. También considera que no hay dinero suficiente para hacer gratuitas las guarderías y el bachillerato, pero podría a estudiar fórmulas, como incrementar el actual cheque guardería. Y ve difícil hacer unas cuentas más austeras en lo que se refiere al gasto de la Administración.

En consecuencia, los Presupuestos quedan a expensas de la negociación durante la tramitación parlamentaria. El proyecto llegará este jueves a la Asamblea. Las enmiendas a la totalidad se debatirán en la primera semana de diciembre. Y las parciales, que es donde Vox intentará dejar su huella en el proyecto, podrán alargarse hasta la votación definitiva, ya en Navidad: el pleno, que durará dos días, apunta a celebrarse en la semana del 24 de diciembre.

Todo, sin embargo, indica que habrá acuerdo. Primero, porque Vox no quiere verse en una foto que le una con la izquierda en el voto negativo a los Presupuestos de Díaz Ayuso. Segundo, porque el partido ultra, hasta ahora, ha apoyado siempre al PP. Y tercero, porque la formación conservadora ha asumido el trago de llevar las cuentas a la Asamblea sin acuerdo porque está dispuesta a pagar el precio de desgastar su imagen pública a cambio de no compensar en exceso a Vox, que solo tiene que abstenerse para que los presupuestos de 2022 entren en vigor.

“Son unos Presupuestos que van a estar a la altura de un Madrid dinámico, que crece, que avanza incluso en tiempos tan duros como estos”, ha defendido Lasquetty. “Son los Presupuestos de la recuperación, van a actuar como dinamizador”, ha afirmado. “El 88% del gasto se destina a fines sociales, incluyendo sanidad, educación, servicios sociales, empleo…”, ha añadido, recordando que en las próximas semanas el Ejecutivo llevará a la Asamblea dos reformas para rebajar el tramo regional del IRPF y renunciar a los tres impuestos autonómicos que aún tenía.

Si los Presupuestos entran en vigor, la Comunidad de Madrid tendrá unas cuentas actualizadas por primera vez desde 2019. Entonces las aprobó el presidente Ángel Garrido gracias a los votos del PP y de Cs. Ahora, con una pandemia por en medio, el PP de Díaz Ayuso busca los votos de Vox. Un resumen de cuánto han cambiado las cosas en Madrid, y de cómo pueden cambiar sus Presupuestos.

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