Cánticos en Saint James' Park

Cánticos en Saint James' Park

En los alrededores de St James’ Park vuelve a respirarse el ambiente de fútbol de las mejores épocas. Dar un paseo por el centro de la ciudad, a orillas del Tyne, en días de partido, ayuda a entender la mística del fútbol inglés. En pocos estadios se respira y vive tanto la Premier como el del Newcastle. Y es hasta lógico, si se repasa la hermosa y humilde historia del club. No tiene grandes títulos europeos, lleva dos décadas de baile de entrenadores y discretos resultados, descendió a la Championship, pero su media de espectadores no ha bajado casi nunca de los 40.000 espectadores. La fidelidad hacia el club de fútbol, transmitida de padres a hijos, se vive aquí con pasión, gracias a la estela que dejaron algunos de sus mejores jugadores. Los nombres de Keegan, Shearer, Asprilla o Ginola siguen agitando el corazón de su afición cuando se les recuerda.

El Newcastle regresa. Tras mucho tiempo extraviado, disfruta de un renacimiento económico que se ha hecho sin sentimentalismos. El magnate Mike Ashley vendió finalmente el club tras 14 años al frente y lo hizo al fondo soberano saudí Public Investment Fund (PIF) (80%) y sus socios PCP Capital Partners y RB Sports & Media (20%). La venta ha supuesto una inversión de más de 450 millones de libras (513 millones de euros), con los que el club ha afrontado los fichajes y la renovación. 

La afición de los ‘magpies’ evita lanzar reproches por cómo se ha conseguido su rescate. Se limita hoy a dejarse llevar por esta operación, extraña e ilusionante a la vez, que ha permitido al Newcastle ocupar ahora el tercer puesto de la Premier y volver a codearse entre los mejores clubs de la Premier..

Banderas árabes en el estadio

En SaInt James’s Park ya se ven incluso algunas banderas de Arabia Saudí. Parece que sólo hay agradecimiento a los nuevos propietarios. En el feudo de los ‘magpies’ se rumorean sospechas sobre la venta y hasta algún exjugador del club, de tanto peso como Alan Shearer, ha puesto el grito en el respeto de los derechos humanos en el fútbol, pero vuelven a escucharse cánticos de felicidad . La noche del sábado, cuando se reciba al Leeds United, la afición sólo querrá ver goles y entregarse a su equipo. Por el momento, el ‘efecto Howe’ ha funcionado plenamente. El

exentrenador del Bournemouth, llegado a Tyneside como sustituto de Steve Bruce, también se niega deliberadamente a responder cualquier pregunta incómoda sobre la propiedad árabe:

“Soy un humilde entrenador de fútbol” . No se sale del guión, cada vez que se lo plantean. Se implica sin objeciones. Y todos le siguen.

Hay paralelismos obvios entre la era de Kevin Keegan (nuevo entrenador, nuevos jugadores, resultados sorprendentes y ambición ilimitada) y la transformación que se está produciendo actualmente en Newcastle. Aquella época con Keegan sigue siendo un referente. Hoy el timón lo tiene Howe, prestigiado en Inglaterra, pero sin el aura de otros grandes técnicos. Los nuevos propietarios le han apoyado sin reservas en los días difíciles, cuando ocupó puestos de descenso.

El Newcastle estuvo sin ganar los primeros 14 partidos, pero se salvó, hecho insólito en la Premier, y acabó en el puesto 11º. Cambiar el estilo del equipo requiere tiempo y el ejemplo de Howe subraya la importancia de la paciencia. Este año ha sido el de la confirmación. El Newcastle ha derrotado al Tottenham y al Chelsea, y sumado una racha de seis victorias consecutivas. Sus números impresionan: 32 goles en 16 partidos de liga y ocho con la portería a cero. Durante este tiempo, Howe ha hecho comprender a todos que en el equilibrio estaba el camino del éxito: fortaleza defensiva, como primer mandato. Anunció que armaría un bloque con pocas fisuras. Y lo ha logrado en 13 meses. Es el equipo menos goleado en la Premier, con sólo 11 goles encajados.

Trippier, el fichaje de más éxito

Getty Images

El Newcastle también ha sabido elegir los fichajes. El de Trippier, exAtlético, es el de más éxito. Lo firmó por 14,4 millones de euros y su llegada ha traído liderazgo, goles a balón parado, y mucha presencia decisiva en el campo como marcador. 

Igual que el brasileño Bruno Guimaraes, fichado del Lyon, convertido en una pieza clave para Howe. O los de Almirón y Joelinton, en la delantera. Ellos llegaron a la sombra del otro fichaje estrella, el de Alexander Isak, y se encargan de los goles. El paraguayo jugaba olvidado en la liga estadounidense, en el Atlanta. El brasileño destacaba en el Hoffenheim, pero sin atraer a los grandes clubs alemanes. En Newcastle ya son mimados como estrellas.

Después de los buenos resultados, en Newcastle ha renacido la ilusión. ¿Será capaz el equipo de mantenerse arriba y ocupar uno de los puestos Champions? Su afición cree que sí. Arrastrada por el club, la ciudad también despega, y los cánticos en Saint’James Park vuelven a amilanar a sus rivales, como en los mejores tiempos.




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