Daniel Carriço, capitán del Sevilla, se ha despedido de la afición del Sevilla en un emotivo acto organizado por el club en la que el jugador portugués ha estado arropado por sus compañeros y las tres Europa League conquistadas por el jugador luso (2014, 2015 y 2016). Carriço se marcha tras seis temporadas y media y 167 partidos oficiales, rumbo a la Superliga china, donde defenderá la camiseta del Wuhan Zall que dirige el gaditano José González.
Y el veterano defensa ha querido antes, animado por Monchi, pedir a la afición que esté con el equipo en un momento clave de la temporada.
“Queda mucho por jugar. A mis compañeros y al míster les digo que, cuando hemos tocado plata, fue porque existió unión entre nosotros, el cuerpo técnico y la afición. Ahora mismo podemos conquistar todo. Estamos muy bien en LaLiga y en la competición que nos ha llevado a la gloria que es la Europa League. La clave está en la unión y creo que se puede lograr una gran temporada. No hay otra forma de conquistar títulos y hacer grandes temporadas. Si remamos todos juntos para el mismo lado todo el mundo va a estar contento cuando acabe la temporada”, ha expresado el futbolista en la sala de prensa del Sánchez Pizjuán, donde ha comparecido junto al director deportivo y el presidente.
Posteriomente, Carriço pasó a leer un texto que tenía preparado. “Es un día difícil para mí y para mi familia. Sabía que este día llegaría, después de seis temporadas y media en el Sevilla FC ha llegado el momento de marcharme. Dejo mi otra casa, mi familia, pongo rumbo a otro país para seguir disfrutando del futbol, pero no podía hacerlo sin recordar todo lo que he vivido en este gran club. Es imposible expresar los sentimientos que me invaden cuando pienso que voy a dejar de vestir la camiseta del Sevilla. Nunca me olvidare de mi debut, de nuestras conquistar por Europa. Los momentos malos también los he vivido y superado porque en este club nadie se rinde. Aquí he vivido mis mejores años como futbolistas”, expresó.
Carriço hizo una rueda de agradecimientos, desde Monchi y el presidente, hasta los utileros, la prensa y la afición. Capítulo aparte mereció el sevillismo, que siempre le tuvo como uno de sus referentes. “A la afición por su respeto y cariño. Sin vosotros nada hubiera sido posible. Que sigáis animando como siempre, en este tramo final de temporada confiad, que tenemos equipo para grandes conquistas”, ha dicho.
Y terminó recordando a su familia y la huella que le ha dejado su paso por el club. “A toda mi familia. Mujer e hijos sevillanos, que han estado a mi lado en los días buenos
pero sobre todo en los malos. En estas siete temporadas he conseguido títulos, pero nada es comparable a sentir que la gente te quiere. Llevaré al Sevilla FC y a Sevilla en mi corazón. Me voy como uno más de vosotros. No he nacido sevillista, pero moriré sevillista. Gracias a todos”.
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