Más trabajadores de la salud en todo el condado de Los Ángeles recibieron el viernes dosis iniciales de la vacuna COVID-19 de Pfizer, como parte de un esfuerzo ambicioso para garantizar la salud y disponibilidad de médicos, enfermeras y otros trabajadores de primera línea en medio de un aumento de casos de virus y hospitalizaciones.
El Departamento de Servicios de Salud del Condado de Los Ángeles comenzó a operar clínicas de vacunación en tres de los cuatro centros médicos que opera: County-USC, Olive-View UCLA y Harbor-UCLA.
“Esta mañana, las clínicas de vacunación van muy, muy bien”, dijo la directora del DHS del condado, la Dra. Christina Ghaly. “Estamos ocupados y hemos podido vacunar a una gran cantidad de personal dentro del DHS, y eso continuará durante todo diciembre.”
La capacidad de los hospitales para recibir pacientes de COVID-19 se ha reducido drásticamente.
“No podemos responder a la creciente amenaza de este virus si nuestra fuerza laboral no se mantiene saludable. Por lo tanto, el hecho de que nuestra fuerza laboral de primera línea pueda estar allí recibiendo la vacuna y esté lista para recibir la vacuna significa mucho para su capacidad de mantenerse a salvo para que puedan poner en práctica sus habilidades en el cuidado de los pacientes”.
El condado espera vacunar a 6,000 trabajadores de los hospitales antes de Navidad y 10,000 en total para fin de año. Las 10,000 vacunas representarían alrededor de un tercio de la fuerza laboral hospitalaria del DHS, con prioridad para los trabajadores con mayor riesgo en la primera línea del tratamiento de pacientes con COVID.
El Dr. Paul Giboney, director médico asociado del DHS del condado, expresó su confianza en el cumplimiento del objetivo de vacunación, a pesar de las preocupaciones de que las entregas anticipadas de la vacuna Pfizer puedan ser más limitadas de lo que se anticipó inicialmente.
Dijo que “habrá suficiente” vacuna para inocular a 10,000 trabajadores para fin de año, y señaló que cada vial de la vacuna en realidad está produciendo seis dosis, en lugar de las cinco previstas.
La enfermera, quien trabaja en la unidad de cuidados urgentes en un hospital de Tennessee, se mareó mientras hablaba con reporteros diez minutos después de ser vacunada y cayó al suelo. Sin embargo, luego que se repuso, dijo que ella tiene predisposición a sufrir desmayos cuando siente algún dolor como ocurrió en esta ocasión con la presión de la inyección en el brazo.
“Nuestra fuerza laboral se enfrenta a una demanda abrumadora”, dijo Giboney. “Hoy, podemos enfrentar esa necesidad con energía renovada en nuestra lucha por la salud de nuestros pacientes y nuestra comunidad”. Giboney dijo que se esperaba que un estimado de 1,500 trabajadores fueran vacunados el viernes.
La ciudad de Long Beach, que opera su propio departamento de salud separado del condado, también comenzó a vacunar a los trabajadores de la salud el viernes, con una enfermera registrada en Long Beach Memorial Medical Center entre las primeras en recibir una dosis. Los funcionarios de Long Beach dijeron que la ciudad recibió hasta 3,900 dosis de la vacuna Pfizer y prevé recibir 11,600 dosis de la vacuna Moderna que está esperando la aprobación federal final.
“Somos optimistas sobre el impacto positivo que eventualmente tendrán las vacunas, pero es primordial que en este momento sigamos cubriéndonos la cara, practicando el distanciamiento físico, lavándonos las manos con frecuencia y evitando reunirnos para reducir la propagación del virus hasta que tengamos suficientes personas vacunadas para ver el efecto completo”, dijo en un comunicado la Dra. Anissa Davis, oficial de salud de Long Beach City.
El condado de Los Ángeles recibió un envío inicial de casi 83,000 dosis de la vacuna Pfizer esta semana, con las vacunas enviadas a nueve instalaciones de almacenamiento ultrafrío, luego a 83 hospitales de cuidados intensivos para su distribución a los trabajadores de la salud, que son la prioridad lista para ser vacunado.
La OMS recomienda diversos tipos de mascarillas dependiendo del usuario. Detalles en el video.
En todo el estado, se asignaron 327,600 dosis de la vacuna Pfizer a California, y el gobernador Gavin Newsom dijo que se esperaban otras 393,900 dosis de Pfizer la próxima semana, aunque ahora se anticipa que esa asignación será menor de lo planeado originalmente.
A la espera de la aprobación federal de la vacuna de Moderna, se espera que el estado reciba 672,600 dosis de esa vacuna para fin de mes. El estado espera recibir hasta 2,16 millones de dosis totales para fin de año, dijo Newsom.
La vacuna Moderna recibida fue respaldada el jueves por un panel de expertos de la Administración de Alimentos y Medicamentos, un obstáculo importante para obtener la aprobación final de la FDA para su uso.
La directora de salud pública del condado, Barbara Ferrer, dijo la semana pasada que el condado espera recibir su segunda asignación, aproximadamente 250,000 dosis de la vacuna Moderna, pendiente de la aprobación final de la FDA, a principios de la próxima semana.
Pero dijo el miércoles que el momento y el tamaño de la próxima asignación de vacunas del condado aún no se habían finalizado, probablemente debido a la incertidumbre con el proceso de aprobación federal.
En los últimos cinco días, mas de 1,000 residentes del Estado Dorado han muerto a causa del virus.
Gran parte de la asignación de la segunda dosis se distribuirá directamente en centros de enfermería especializada, lo que les permitirá administrarla de inmediato en lugar de esperar a que comience un acuerdo de distribución federal con CVS y Walgreens aproximadamente el 28 de diciembre.
Los centros de atención a largo plazo seguirán recibiendo la vacuna a través de CVS y Walgreens.
La vacuna Moderna no requiere el mismo almacenamiento ultrafrío que la vacuna Pfizer. Los funcionarios del condado dijeron anteriormente que anticipan recibir otras 150,000 dosis de vacuna para fines de diciembre, seguidas de asignaciones semanales de 250,000 a partir de enero.
Las vacunas Moderna y Pfizer requieren dos dosis, separadas por aproximadamente tres semanas para la vacuna Pfizer y cuatro semanas para el medicamento Moderna.
Con el condado planeando vacunar a 6 millones de personas en seis meses, eso equivale a 12 millones de dosis de vacuna. Después de que se complete la distribución de las vacunas a los trabajadores de la salud, los centros de enfermería especializada y el personal de atención a largo plazo y los residentes, seguida de los “trabajadores esenciales”, la prioridad se trasladará a las personas con mayor riesgo de enfermedad grave por el virus, como personas mayores o con problemas de salud subyacentes. Seguirá la distribución al público en general, pero la línea de tiempo sobre cuándo ocurrirá sigue siendo turbia.
El Dr. Paul Simon, director científico del Departamento de Salud Pública del condado, dijo el jueves que si bien se ha demostrado que las vacunas Pfizer y Moderna son efectivas para prevenir los casos sintomáticos de COVID-19, todavía no está seguro “si las vacunas previenen infección asintomática y mayor propagación del virus”. Dijo que tampoco está claro exactamente cuánto tiempo ofrecen las vacunas protección contra el virus.
La supervisora del condado, Hilda Solís, dijo que el condado trabajará en los próximos meses para tranquilizar a los residentes sobre la seguridad de las vacunas para que más personas se vacunen.
“Quiero asegurarles a nuestros residentes que innumerables expertos médicos han visto la vacuna a través del microscopio desde los primeros días de desarrollo hasta los ensayos, donde miles de personas recibieron la vacuna en todo el mundo”, dijo. “La vacuna es segura, la vacuna es eficaz y es una herramienta fundamental para derrotar al virus”.
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