Conversaciones sobre Estados Unidos

Los republicanos del Senado de Estados Unidos confirmaron solo con sus votos (52 a 48) esta tarde a la juez Amy Coney Barrett como nueva magistrada del Tribunal Supremo. La confirmación supone un desequilibrio en el Supremo que dejará seis magistrados conservadores frente a tres progresistas y amenaza con bloquear cualquier avance social en el país. De los nueve jueces de la corte, cinco habrán sido propuestos por presidentes que ganaron la Casa Blanca pero no la mayoría de los votos, y tres de ellos por un presidente, Donald Trump, considerado por el otro partido como un peligro para la democracia. Se espera que Barrett salga confirmada solo con los votos republicanos, lo que ya es por sí mismo un gesto sin precedentes recientes. La mujer a la que sustituye, Ruth Bader Ginsburg, fue confirmada casi por unanimidad.

Además, esto se produce cuando faltan ocho días para las elecciones presidenciales en Estados Unidos y ya han votado más de 60 millones de personas. Se trata de una cifra descomunal que apunta a una participación récord. A casi una semana de las elecciones del próximo martes 3 de noviembre, la Casa Blanca se moviliza con mítines en los Estados claves que pueden decidir la elección, los llamados swing states (Estados pendulares, en español). Trump dedicó este lunes a Pensilvania con encuentros con sus seguidores en Allentown, Lititz y Martinsburg. El candidato demócrata, Joe Biden, busca acercarse a los Estados en los que tradicionalmente han ganado los republicanos, y que este año pueden definir la elección. Este martes, visitará el sureño Estado de Georgia, donde ningún demócrata ha ganado en las presidenciales desde 1992. Su compañera de fórmula, la senadora Kamala Harris, hará lo mismo en Texas este viernes, otro Estado donde ningún candidato demócrata a la presidencia ha logrado imponerse desde 1976.

Asciende ya a cinco el número de colaboradores cercanos del vicepresidente Mike Pence que han dado positivo por covid-19, en lo que parece un nuevo brote de la enfermedad en la Casa Blanca. Los test realizados el sábado al vicepresidente y a su esposa tras conocerse el brote en su entorno resultaron negativos. El brote suscita de nuevo dudas sobre los protocolos de seguridad en vigor en la Casa Blanca que, según The New York Times, ha intentado mantener en secreto la información. “No vamos a controlar la pandemia”, ha dicho en la CNN Mark Meadows, jefe de Gabinete de la Casa Blanca. “Vamos a controlar el hecho de que tendremos vacunas y tratamientos”. La pandemia no puede ser frenada, ha añadido, “porque es un virus contagioso como el de la gripe”.

Las acciones bursátiles caían este lunes con los inversores en Wall Street reaccionando a la última gran ola de casos de coronavirus en Estados Unidos, con casi 69.000 nuevos casos el pasado domingo y el famoso paquete de ayuda económica en punto muerto por las luchas partidistas dejando a su suerte a los negocios que luchan por sobrevivir y a millones de norteamericanos que están sin trabajo debido a la pandemia. El índice bursátil S&P 500 ha caído más de un 2,5%, su mayor descenso desde finales de septiembre. La bajada de este lunes, añadida a un pequeño declive de la semana pasada, significa que S&P 500 está cerca de perder todas las ganancias acumuladas desde principio de octubre.

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