Decapitado un profesor francés en un presunto ataque terrorista cerca de París

Agentes de policía, en la zona del ataque, este viernes en Conflans-Sainte-Honorine, cerca de París.
Agentes de policía, en la zona del ataque, este viernes en Conflans-Sainte-Honorine, cerca de París.CHARLES PLATIAU / Reuters

Un profesor francés de Historia de 47 años, que al parecer había mostrado en clase recientemente unas caricaturas de Mahoma, ha sido decapitado este viernes en Conflans-Sainte-Honorine, en las afueras de París, en un acto que está siendo investigado como un ataque terrorista. Su presunto agresor es, según varios medios, un joven de 18 años que fue abatido poco después por agentes de policía. La Fiscalía Nacional Antiterrorista ha abierto rápidamente una investigación por “asesinato en relación con un acto terrorista” y por “asociación de malhechores terroristas”, confirmaron fuentes judiciales a este periódico.

El ataque ha sacudido a una Francia en especial alerta estos tiempos ante el extremismo yihadista. De confirmarse el vínculo entre las caricaturas de Mahoma —que el profesor asesinado habría mostrado en relación con una clase sobre libertad de expresión— y el asesinato, se trataría del segundo atentado en menos de un mes por este motivo y cuando se celebra en París el juicio por los atentados de enero de 2015 en los que fue masacrada la redacción de la revista satírica Charlie Hebdo por haber publicado unas caricaturas de Mahoma. El presidente francés se ha desplazado esta noche hasta el lugar del ataque, a 50 kilómetros de París. “Uno de nuestros ciudadanos ha sido asesinado hoy porque enseñaba, porque enseñaba a sus alumnos la libertad de expresión, la libertad de creer y de no creer. Nuestro compatriota ha sido la víctima de un atentado terrorista islamista caracterizado”, ha afirmado el dirigente visiblemente afectado.

Hace justo tres semanas, un joven paquistaní hirió gravemente con un cuchillo a dos personas delante de la antigua redacción de la publicación en París. El agresor confesó los hechos y los relacionó con la publicación a principios de septiembre por parte de Charlie Hebdo, coincidiendo con el comienzo del juicio por el atentado a su redacción, de las mismas caricaturas que la revista había impreso primero en 2006, en solidaridad con el diario danés Jyllands-Posten. Este periódico había recibido amenazas de muerte tras publicar unos meses antes los dibujos que, entre otros, caracterizan al profeta musulmán portando una bomba en vez de turbante.

De acuerdo con las primeras informaciones, una patrulla de policía recibió sobre las 17.00 una llamada alertando de la presencia de un individuo sospechoso que rondaba una escuela en Conflans-Sainte-Honorine y portaba un cuchillo. Cuando los agentes le pidieron que tirara su arma, este se negó y, “agresivo y amenazante”, fue abatido por los policías, que unos 200 metros más lejos hallaron el cuerpo decapitado del profesor, cerca de su instituto, según la Agencia France Presse.

El presunto atacante sería, según la cadena BFMTV, un joven nacido en Moscú en 2002. La emisora cita a testigos según los cuales el agresor gritó “Allahu Akbar” (Dios es el más grande) antes de ser abatido. Los investigadores hallaron un mensaje en la cuenta del presunto autor en Twitter en el que mostraba una foto con la cabeza cortada de su víctima. La publicación, que fue rápidamente retirada, estaba siendo analizada por los investigadores. Según la Agencia France Presse, bajo la fotografía, había un mensaje dirigido al presidente francés, Emmanuel Macron, “el dirigente de los infieles”, en el que el autor reivindicaría los hechos afirmando: “He ejecutado a uno de tus perros del infierno que han osado degradar a Muhammad (Mahoma en inglés)”.

El mandatario ha calificado el ataque como un“atentado terrorista islamista” que busca atacar los valores de la República francesa. Según ha manifestado Macron, “no es casualidad” que la víctima haya sido un profesor. El atacante “ha querido abatir a la República, sus valores, la luz, la posibilidad de hacer de los niños ciudadanos libres. Esa es nuestra batalla, y es existencial”, ha subrayado, a la par que ha afirmado que “el oscurantismo y la violencia no ganarán, no nos dividirán. Es lo que buscan y tenemos que estar unidos”, ha reclamado.

Poco antes, el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, también condenó el atentado, que consideró como un “ataque a la República con el asesinato innoble de uno de sus servidores, un profesor”. “Nuestra unidad y firmeza son las únicas respuestas ante la monstruosidad del terrorismo islamista al que haremos frente”, prometió en un mensaje en las redes sociales.

La condena ante este asesinato yihadista ha sido unánime en Francia. En la Asamblea Nacional, reunida cuando se conoció el ataque, los diputados se levantaron de sus escaños para “honrar la memoria” del profesor y denunciar un “atentado abominable”. El presidente de la región Hauts-de-France, el conservador Xavier Bertrand, denunció que “la barbarie islamista” haya atacado uno de los símbolos de la República, la escuela. “Que sepan que no nos doblegaremos: jamás nos prohibirán leer, escribir, dibujar, pensar, enseñar”, afirmó. También el líder del izquierdista Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, denunció un “crimen innoble” perpetrado por alguien que “ensucia su religión y nos inflige a todos el infierno de tener que vivir con los asesinos de su especie”.

Al igual que con el atentado ante su antigua sede, la redacción de Charlie Hebdo también condenó esta noche un nuevo “acto inmundo que pone de luto a nuestra democracia pero que nos hace más combativos que nunca para defender nuestra libertad”. Para la revista, “la intolerancia viene de cruzar una nueva línea y no parece retroceder ante nada para imponer su terror a nuestro país. Solo la determinación del poder político y la solidaridad de todos harán fracasar esta ideología fascista”, ha afirmado.


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