El debate de los salarios máximos | Artículo

Por Ernesto Villanueva

La predicción que auguraba el caos en la gobernabilidad del país con Andrés Manuel López Obrador como presidente de la República ha ido, sin prisas y sin pausas, haciendo agua. Y vaya que el cambio de régimen ha calado hondo en el statu quo y su correspondiente establishment. Hay, por supuesto, elementos que me permiten sustentar lo que afirmo. Veamos.

Primero. Una de las fake news del desastre por los intereses creados era socializar el mensaje según el cual la reducción salarial sujeta al sueldo del presidente de la República (que dicho sea de paso no fue idea del nuevo régimen, sino que había sido establecida en la Constitución en el anterior) generaría una renuncia en masa de los servidores públicos de mandos superiores de la Administración Pública Federal. Los hechos han demostrado que ese mensaje nunca estuvo anclado en la realidad. En efecto, hasta ahora menos del 0.3 por ciento de los altos mandos (sin los cuales- se agregó- el país iría a la deriva) ha mudado al sector privado. Ha habido un porcentaje mucho más alto que no se fueron por su propia voluntad; se les pidió su renuncia por las diferencias de percepción y de criterio con el modelo del gobierno de López Obrador. A los que se les dio la oportunidad de permanecer han aceptado las nuevas reglas del juego que reposan en las mejores expresiones de la experiencia comparada. No hay ningún país democrático donde la distancia entre los trabajadores del gobierno más modestos sea tan amplia como lo era en México hasta hace unos meses. Había una diferencia sustantiva entre un auxiliar administrativo y un secretario de Estado. Esa asimetría no existe, para no ir más lejos en Estados Unidos.

Segundo. En Estados Unidos el salario mínimo promedio es de 30 mil pesos mensuales y en el gobierno federal el sueldo más bajo es de 65 mil pesos mensuales y el más alto que correspondería al de un secretario de estado federal es de 332 mil pesos. Se puede observar que un secretario de estado percibe un sueldo mensual equivalente aproximadamente 5 salarios mínimos en relación al salario más bajo del gobierno federal y 11 salarios del denominado mínimum wage o salario mínimo general (https://work.chron.com/much-money-government-officials-make-1946.html). En México hace unos meses el sueldo más bajo en el gobierno federal era de 6 mil pesos y el más alto, de un secretario de estado, ascendía a 218 mil pesos. En México la diferencia entre el salario más bajo del gobierno y el más alto, de un secretario de estado o equivalente era de 35 salarios y si se compara con el salario mínimo general la diferencia ascendía a 84 salarios mínimos.

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Tercero. El reto en México con la nueva ley de sueldos máximos es reducir la asimetría entre los que menos ganan y los que más perciben, de suerte que los salarios mínimos suban y los salarios máximos bajen. Cuesta trabajo a quienes vieron las agudas diferencias salariales como algo “normal”. El criterio en los mandos superiores era compararse con los sueldos equiparables en Estados Unidos sin contar que el costo de la vida es muy distinto en Estados Unidos que en México. Es de llamar la atención que sea la Comisión Nacional de Derechos Humanos (@CNDH) que, se supone, debía ver por los derechos de los mexicanos. Pero no, lo hace para mantener los ingresos de privilegio, entre ellos sus principales funcionarios. ¿Alguien podría argumentar cómo beneficia esa acción de inconstitucionalidad al grueso de la población que se encuentra ubicada en la franja más baja de ingresos? Estas acciones demuestran que la @CNDH defiende a los suyos, muy distantes de casi todos los mexicanos. Se quita la máscara y muestra su verdadero rostro para defender a esa reducidísima minoría a la que le debe el cargo su titular y actúa en consecuencia. El mundo al revés.

Sumario.

1.- El próximo martes 21 de mayo se llevará a cabo un homenaje al Dr. Jorge Witker, padre del derecho económico en Iberoamérica. El evento será en el Aula Magna Jacinto Pallares de la Facultad de Derecho de la UNAM a las 18 horas donde participarán el Ministro Juan Luis González Alcántara, la Secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, entre otros.

2.- Finalmente ya a la venta el Diccionario Enciclopédico de Derecho de la Información en edición conmemorativa por su quinta edición coordinado por la Dra. Hilda Nucci González y yo bajo el sello del Posgrado en Derecho de la UNAM y la editorial IUS Literatus.

@evillanuevamx

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Ernesto Villanueva

Ernesto Villanueva hizo un postdoctorado en derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Es doctor en derecho y doctor en comunicación pública por la Universidad de Navarra. Tiene un master en salud mental por la Universitat de Valencia y otro en Neurociencias con énfasis en psiquiatría por la Universidad Europea Miguel de Cervantes. Es licenciado en derecho por la Universidad Autónoma Metropolitana. Es Investigador titular C por oposición definitivo del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Es miembro nivel 3 del Sistema Nacional de Investigadores de Conacyt. Su obra más reciente es “El derecho de armarse. Lo que todo mexicano debe saber sobre posesión y portación legales de armas de fuego en México”. Ediciones Proceso, 2017.

*La opinión aquí vertida es responsabilidad de quien firma y no necesariamente representa la postura editorial de Aristegui Noticias.




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