Los castillos son uno de los grandes atractivos turísticos en cualquier país, y en algunos como Irlanda o Escocia puedes ver algunos de los más espectaculares del mundo, lugares ideales para disfrutar de una edificación increíble en un entorno mágico. Hoy te mostramos el impresionante y desconocido castillo de España que es uno de los más espectaculares que puedes visitar en nuestro país, perfecto para hacer una escapada y dejarte llevar por su magia.
En España se calcula que hay más de 20.000 castillos, aunque muchos de ellos están prácticamente derruidos y oficialmente se contabilizan 10.200 en la Asociación Española de Amigos de los Castillos. Sin duda se trata de lugares con magia y mucha historia que merece la pena descubrir, especialmente en aquellos que puedes visitar su interior.
El Castillo de Butrón, un lugar impresionante
Este mágico castillo es uno de los más impresionantes que hay en España, una edificación que te traslada a la Edad Media en cuanto te acercas a él. Se encuentra en Gatika, a medio camino entre Bilbao y San Juan de Gaztelugatxe, en lo alto de una colina, sobre unas rocas, en un entorno mágico y espectacular que lo rodea con un bosque centenario.
Desde el siglo XVI, este imponente castillo, uno de los más bonitos que hay en España, fue testigo de luchas entre dos bandos de nobleza de la provincia de Vizcaya, con los señores de Butrón refugiados en el castillo para ejercer su poder en el territorio. Anteriormente a esas luchas, allá por el siglo XIII, este castillo era una casa-torre, la cual fue transformada en castillo en el siglo XIV por el V Señor de Butrón.
El Castillo de Butrón quedó abandonado en el siglo XVI, lo que hizo que se fuera deteriorando, hasta que a finales del siglo XIX se restauró por completo a lo que se puede ver hoy. Un impresionante castillo de 2.400 metros cuadrados que te deja con la boca abierta cuando estás ante él, incluso aunque no puedas entrar para ver su interior.
El castillo tiene nuevo propietario
A finales del año pasado se anunció la venta del castillo por 4 millones de euros a un particular del que no se ha desvelado su identidad más allá de que es un inversor extranjero que lo quiere utilizar para uso privado. El nuevo propietario se ha comprometido a conservar de forma adecuada su importante valor histórico, algo que sin duda lo hace único.
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