El programa estrella en Galicia organiza un encuentro entre exnovios y aflora un supuesto caso de acoso

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R., de 27 años, sabía que su expareja, L., de 20, asistiría como público el jueves 8 de abril al programa Land Rober Tunai Show de la Televisión de Galicia (TVG). Escribió al presentador, Roberto Vilar, y le pidió que comprobase si la chica estaba en la lista y que le dejase acudir también a él. “Quería reconciliarme con ella y pedirle matrimonio”, adelantaba el hombre a través de Instagram. “Si me dice que sí, de lujo. Si me dice que no, pues una putada grande, pero lo quería intentar”. Efectivamente, llegada la fecha del programa, que se graba horas antes de su emisión en el Plató 1.000, próximo a Santiago, el presentador del espacio estrella de la cadena pública anunció que iba a ocurrir “una cosa extraordinaria”. Salió al exterior y, sin que la joven supiese nada, recibió al que había sido su novio hasta hacía un mes. Ahí él explicó que la relación se había acabado por sus “celos” y sus “tonterías”, pero que seguía “enamorado de ella”. Después de escucharle, Vilar dijo que entraría a preguntarle a ella. “Tiene derecho a que no le hagamos esta encerrona”, añadía el presentador reconociendo de antemano lo que podía suceder. Dentro, según avanzó el espectáculo, en el que se intercalan números cómicos, la joven acabó llorando y relatando una supuesta situación de control continuado por parte de su ex: vigilaba su móvil, la apartó de sus amigos y propició que dejase su trabajo en un supermercado.

El show de Land Rober fue emitido después de “pasar por la mesa de montaje”, ha explicado en un comunicado el Comité Intercentros de la CRTVG (Compañía de Radio Televisión de Galicia), en una versión recortada en la que, según los representantes de los trabajadores, se eliminó el momento en que el hombre llegó a entrar al plató. En el programa que vieron los telespectadores esto no llegaba a suceder, después de que la muchacha, sentada en un sofá en el escenario y luego ya entre el público, se viese obligada a contar ante las cámaras la relación tóxica de un año y ocho meses que dijo haber padecido.

La posibilidad de volver con él, zanjó a ojos de la audiencia, “es la misma que la de que me toque la lotería”, “igual al decírselo delante de toda Galicia ya lo pilla”. El exnovio ya le había pedido más veces retomar la vida juntos y la respuesta de ella no iba a variar por hacerlo en Land Rober. Todo esto mientras una invitada, la presentadora Toñi Moreno, alentaba con desparpajo el reencuentro. “El chaval se merece por lo menos una conversación por haber venido”, opinaba la exconductora de Mujeres y hombres y viceversa (Mediaset), “yo soy muy de él, de pedir perdón”. Aunque al rato se volvía más de ella: “Esto es mejor que cualquier campaña de concienciación”.

Después de escuchar a la supuesta víctima de acoso machista, Roberto Vilar llegaba a admitir que era una “torpeza” del programa pretender ese encuentro. En otro momento utilizaba la palabra “atraco” para definir la encerrona. “No lo hagáis más”, pedía la muchacha, a la que se le daban, según se decía en la emisión, “dos minutos” de publicidad para pensar si quería ver o no a su expareja.

El programa ha provocado desde el jueves un aluvión de reacciones en contra en las redes sociales, en colectivos feministas y en el ámbito político, tanto por parte del PSOE como por parte del partido mayoritario de la oposición, el BNG, que ha presentado una pregunta parlamentaria. El Comité Intercentros ha exigido a la dirección de la televisión pública que suprima Land Rober y ha recordado que no es el primer “contenido machista” de este espacio. “Pedimos que la CRTVG asuma la responsabilidad en este asunto de especial gravedad y cese al director de contenidos”, clama el colectivo, “y de no ser así exigimos la dimisión del director general”. La dirección de la emisora ha reaccionado justificando que no sabía lo que iba a pasar en el programa y ha expresado su “pesar” a la mujer perjudicada. Tampoco lo sabía, según ha dicho, la productora privada, CTV, ya que la dirección de Land Rober se la encomienda a Destino Bergen, fundada en 2007 por el propio Vilar como lanzadera de sus programas de humor.

El programa no ha sido colgado de momento, como es habitual, en la web de la CRTVG. Sí aparecen, sin embargo, las disculpas del presentador y del equipo. Al día siguiente de la emisión, en el espacio de la tarde Quen anda aí?, en el que colabora Roberto Vilar, este showman de éxito en Galicia ofreció una larga explicación, también él con los ojos empañados y la voz entrecortada. “Ayer en Land Rober cometimos un error garrafal”, admitió. “Creíamos que nos asegurábamos de que no había nada raro en esta relación y lo miramos por todos los sitios que podíamos mirar, pero aún así nos equivocamos”, continuaba: “Nunca tuvo que llegar a pasar eso”. “Quiero pedir disculpas porque fallamos y sobre todo porque fallé yo. Fue un error del programa. Yo pensaba que estaba atento y alerta a esto y no estaba suficientemente alerta; prometo estarlo más ahora”, abundaba. Y acababa dirigiéndose a la víctima acorralada: “Lo siento mucho. Gracias y disculpas a la chica, a la familia, a los amigos y a todos. No puede volver a pasar”.


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