Que Militao no es Sergio Ramos se sabía ya antes de empezar el partido. Y que el Madrid iba a echar en falta la ausencia de su capitán, también. En una noche de remontada, un jugador como el sevillano es casi un gol a favor antes de empezar y eso, ante el City, se notó.
Pese a todo lo expuesto, quien pareció llevar la L en la espalda no fue Militao, sino su compañero, Varane, que hace años que se despojó de su condición de principiante pero hoy la retomó. Sus dos errores monumentales apagaron las luces de los de Zidane. El defensa francés le puso el listón muy bajo a su pareja que, aún así, tampoco destacó sobremanera. Y es que donde menos había fallado el Real Madrid esta temporada, en la defensa, fue desde donde se desangró ante el City.
Errores desde el comienzo
Se empeñaron los blancos en sacar la pelota jugada desde atrás y ahí comenzó su penitencia. La pagaron pronto con un gol de Sterling, fruto de la presión citizen, aunque, con el paso del tiempo, lo arreglaron sacando el balón con desplazamientos largos.
No aprendió Varane en la segunda parte, que volvió a regalar un gol, esta vez a Gabriel Jesús.
Por entonces, el Madrid peleaba y estaba en la eliminatoria, a partir del error de Varane, ya no.
En la noche de Militao, donde todos los inseguros apuntaban su desconfianza hacia el brasileño, fue Varane quien les falló. Tardará en olvidar esta noche el francés.
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