España se lleva un revolcón

Medina consuela a Sorribes tras la derrota contra Collins, este miércoles en el O2 Arena de Praga.
Medina consuela a Sorribes tras la derrota contra Collins, este miércoles en el O2 Arena de Praga.MARTIN DIVISEK (EFE)

España pasó en un pestañeo de la ilusión a la decepción. Después de imponerse el lunes en el cruce contra Eslovaquia y afrontar este miércoles a Estados Unidos con la posibilidad de acceder a las semifinales de la Billie Jean King Cup, se llevó un jarro de agua fría cuando Sloane Stephens y Danielle Collins liquidaron en un santiamén sus esperanzas y cerraron su participación en la competición, a la que el equipo llegó entre marejada. Sin Garbiñe Muguruza ni Paula Badosa, ambas en dirección al Masters que se disputará del 10 al 17 de este mes en Guadalajara (México), el equipo capitaneado por Anabel Medina guerreó hasta donde pudo, o más bien hasta donde la realidad se lo permitió.

Ni Nuria Párrizas (doble 6-4 ante Stephens) ni Sara Sorribes (6-1 y 6-0 frente a Collins) pudieron arañar ningún set en los dos compromisos individuales, de modo que a España no le sirvió de nada el triunfo final en el dobles, que Aliona Bolsova y Rebeka Masarova disputaron ante Coco Vandeweghe y Caroline Dolehide sabiendo que ya no había opción alguna (6-3 y 6-4). Las norteamericanas, pues, impusieron su pedigrí en el día clave –el día anterior habían tropezado con Eslovaquia– y progresaron hacia las semifinales, mientras que el equipo de Medina regresó a casa pensando todavía en lo que podía haber sido y no fue. Las ausencias de última hora se hicieron notar demasiado.

Si el día del estreno la capitana recurrió a Carla Suárez para abrir, esta vez apostó por Párrizas, ya que la canaria acusaba el desgaste físico del lunes. La andaluza dio la cara, pero Stephens, tenista contrastada que conquistó el US Open hace cuatro años, hizo valer su caché en los instantes críticos del duelo. Después, Sorribes se topó con la versión arrolladora de Collins, expeditiva de inicio a fin, y ahí se terminó la danza. El protocolo obligó a la disputa del dobles y el día se cerró con un reconocimiento a Suárez, quien con 33 años puso fin a su carrera como profesional y después de haber superado un cáncer el año pasado.

Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.




Source link