Ander Guevara (Gasteiz, 1997) está “disfrutando muchísimo con su primer año en Primera”. Sobre el campo, al igual que en los estudios, intenta “imponer su ley”. Gasteiz el año que viene tendrá un magnífico abogado, pero la Real tiene un espectacular centrocampista hasta, al menos, 2024.
¿Qué valoración hace del empate en Valladolid?
Sumar fuera de casa y más ante un equipo tan potente como local siempre es positivo. Nos fuimos con un sabor agridulce por el devenir del partido, creo que merecimos bastante más.
¿Las caras camino al autobús eran de funeral?
Puede ser, dice mucho de la personalidad del grupo. Si algo intentamos es competir todos los partidos al máximo y la sensación final es que fuimos superiores al rival, el empate nos supo a poco y de ahí las caras serias.
¿Cómo se vio en el campo?
Para llevar unos partidos sin jugar las sensaciones fueron buenas, salir en el ‘once’ es siempre especial para todos. Tuve momentos, como todo el equipo, pero en líneas generales hice un partido correcto.
¿Le costó entrar al partido?
Me gusta participar en el juego, tener protagonismo con el balón y dependo de las fases de juego que tenga el equipo. Quizás al inicio no estuve tan bien, pero una vez que toque más balón me fui soltando. El último tramo del partido lo acabé muy cómodo.
¿Cuándo le dice Imanol que va a jugar?
Me lo dice en la charla antes del partido, hasta ese momento nunca sabemos quién va a jugar de inicio. Como en todos los encuentros, estoy preparado por si me toca jugar, no lo venía haciendo y sí que fue una sorpresa.
¿Habló con Zubeldia?
Llevamos mucho tiempo jugando juntos y nos tenemos un aprecio inmenso, tenemos una relación íntima. Antes del partido se acercó varias veces a animarme, a desearme suerte y a comentarme matices del rival. Cuando juega él hacemos al revés.
¿Cómo lleva el rol de actor secundario?
Todos los jugadores queremos jugar, pero tengo claro que por encima de eso está el equipo. Si Imanol considera que no tengo que salir de inicio o no ir convocado, automáticamente cambio el chip y pienso que puedo hacer para ayudar al compañero. En el fútbol de hoy en día los secundarios hacen fuerte la plantilla.
¿Cómo es su relación con Imanol?
Estupenda. Considero que él confía en mí y yo confío en él, nos conocemos de sobra. Hay veces que se acerca a mí para charlar y lo hacemos encantados durante un rato. Escucho con atención todo lo que me tenga que decir.
Hace justo un año jugaba contra el CD Vitoria en Zubieta, el sábado puede defender a Messi.
(Se ríe) Estas son las cosas de la vida que no puedes predecir, el fútbol tiene esto y más en este club. Ya somos muchos casos los que, de un año para otro, damos el salto al primer equipo. Estoy superfeliz de todo lo que me está pasando y disfruto en todos los sentidos.
¿Cómo ha cambiado su vida en un año?
Tampoco mucho, intento llevar mi rutina diaria al igual que lo hacía en el Sanse. Entreno mucho más porque a las tardes algunos nos quedamos a trabajar, pero sigo haciendo lo mismo: estudiar, pasar tiempo con mi cuadrilla, mi chica… Mis inquietudes no han cambiado para nada.
Tiene papeletas para salir de inicio ante el Barcelona.
Veremos lo que decide el míster, quedan dos entrenamientos más y soy consciente de que tengo que exprimirme al máximo. Si me toca jugar daré el 100% como cualquier otro día.
¿Se sigue poniendo nervioso al ponerse la txuri urdin?
A medida que van pasando los partidos lo llevo todo mucho mejor. Todos tenemos nervios y el gusanillo en la tripa antes de jugar, pero cuando rueda el balón ya me enfoco en lo que tengo que hacer.
Por lo que vemos desde fuera, le gusta ser líder en el campo.
Va un poco con mi posición, y más en el estilo que tiene la Real. El ‘4’ tiene peso y en ese sentido me ha gustado tener carácter y personalidad. Me ayuda a mí pero también creo que aporto a los demás. Siempre que juego intento comunicarme con los compañeros.
¿Cómo se para al Barcelona?
No cambiaremos la forma de jugar. Es un equipo con mucho nivel, con unas individualidades brutales, pero iremos a buscarles arriba y llevar la manija del partido porque nos gusta ser protagonistas. Si podemos robarles la posesión lo haremos sin miedo porque somos un equipo valiente.
Descansó Messi en Milán, pero resolvió Ansu Fati con 17 años.
Dice mucho de la plantilla y del nivel que tienen. Dejan en casa a tres estrellas mundiales y aun así, contra el Inter, son capaces de ganar. Es un partido difícil, pero van a tener que sudar para ganarnos aquí.
Se ha colgado el cartel de ‘no hay billetes’ para el sábado.
La afición es una pieza fundamental y siempre responde, cada vez que jugamos en casa sentimos el calor de nuestra gente. En los peores momentos, cuando más lo necesitas, son los que nos dan ese empujón. Anoeta tiene que ser una olla a presión para que a ellos les incomode.
¿Cuando jugó por primera vez se quedó anonadado con la Grada Zabaleta?
Tiene una fuerza descomunal, pero cuando lo ves desde abajo sorprende aún más. Está cogiendo muchos enteros y lógicamente contagia a todo el campo. Sobre la grada pocas cosas más se puede decir, es una gozada.
¿En quién de sus compañeros se suele fijar?
Los centrocampistas intentamos estar en todo lo posible y por eso me fijo en todos. Observo a los dos que tengo delante como Merino, Odegaard, Luca… Es imposible no mirarlos, pero creo que Igor tiene muchas cosas buenas que yo no tengo y es un espejo en quien reflejarse.
¿Alguna anécdota que pueda contar de cuando era recogepelotas?
Una vez, en un partido de Copa de la Real ante el Racing que llovía mucho, el central de ellos se tiró de segada y acabé empapado completamente.
¿Qué hace Guevara cuando sale de Zubieta?
Cuando salgo de aquí o bien tengo clase o voy a casa a estar tranquilo y descansar tomando un café. Si tengo algún día libre trato de acercarme a Vitoria para estar con la familia. Si no, paseo mucho con Aihen que es mi compañero de piso
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