El Girona tiene ante sí la opción de poder regresar a la máxima división del fútbol español por tercera vez en tres temporadas y uno de los futbolistas más experimentados del vestuario y que más vivencias lleva en Montilivi es Juanpe Ramírez, que después de superar su lesión muscular ya pudo jugar la eliminatoria al completo ante el Eibar y fue pieza fundamental para poder llegar al gran final.
“El equipo está ilusionado y sabemos que es el año que más nos ha costado llegar hasta aquí. El partido de Eibar nos ha dado muchas cosas buenas y es algo que debemos aprovechar para lo que viene”, declaró el central, nacido en Gran Canaria y simpatizante de Las Palmas, eterno rival del Tenerife y a quien el conjunto tinerfeño eliminó en semifinales.
“No voy a negar que para mí es una motivación extra. He recibido presión y mensajes de amigos y excompañeros desde la isla. Ellos han recibido un duro palo al no poder estar en la final y soy consciente que en Gran Canaria vamos a tener mucha gente apoyándonos y deseando que el Girona sea de Primera División”, reconoció Juanpe, que se formó en las categorías inferiores del conjunto amarillo, dónde jugó hasta la temporada 2013-2014.
Pendiente del ascenso para definir su futuro
El central, que es el futbolista de la plantilla que más tiempo lleva vistiendo la camiseta del Girona, llegó a Montilivi en el verano de 2016 y acumula seis temporadas consecutivas en el cuadro gerundense, pero en esta campaña, si no hay ascenso, podría despedirse porque acaba contrato. “Dije que no quería hablar de ello porqué esperaba llegar a esta situación. Ojalá no tengamos que hablar de esto en ningún momento porqué significará que estamos en Primera División”, explicó el ex de Las Palmas, que en caso de ascenso renovará automáticamente un año más.