Kevin Durant vuelve para deleite de los Suns

Kevin Durant vuelve para deleite de los Suns

Casi dos meses después de recalar en su nueva estación de servicio, Kevin Durant pudo por fin deleitar a la afición de los Phoenix Suns en casa. En su debut en el Footprint Center de la capital de Arizona y en su cuarto partido como miembro de la franquicia, la estrella larguirucha de la NBA tiró de clase, calidad y tesón para colaborar en el importante triunfo por 107-100 sobre los Minnesota Timberwolves, rival directo en el salvaje Oeste para amarrar las plazas de playoffs.

Con 16 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias en 29 minutos de juego, KD estuvo menos acertado de lo habitual con una serie de 5 de 18 en tiros de campo y 2 de 4 en triples. A pesar de ello, mantuvo su imbatibilidad con el equipo: con él en pista, un 4-0 de balance; sin él, se habían tambaleado con un 4-6. “A veces quieres algo demasiado. Un par de esos tiros, sin duda fueron precipitados. Quería volver como si nada, y a veces yo mismo soy mi peor enemigo”, analizó el astro.

Clave resultó la aportación de Devin Booker, autor de 29 puntos, 5 asistencias y 4 robos, que lució palmito junto a Chris Paul, esencial con 19 tantos y 6 pases de canasta. El big-three de Phoenix lideró un ataque que todavía tiene mucho potencial por desarrollar.

Los Wolves batallaron y llegaron al descanso con una ligera ventaja de 48-51, un marcador más propio de Euroliga que apunta al subidón de las defensas ahora que se acerca el momento cumbre de la temporada. El tirón del tercer cuarto, con un parcial de 33-23 favorable a los locales, resultó clave y permitió a los Suns no volver a mirar por el retrovisor.

Durant tardó en carburar y falló sus seis primeros tiros a canasta. Sus primeros puntos en Phoenix llegaron tras un movimiento clásico con aires de Dirk Nowitzki: media vuelta y tiro de media distancia en suspensión, cayendo hacia atrás. Aunque estuvo menos fino que de costumbre, en el último cuarto ya se le vio en plenitud con dos aciertos triples esenciales para decidir el nombre del ganador.

“Genuinamente disfruto de contar con él. Tener una mente así en la pista, saber de lo que es capaz. Él juega de la manera adecuada. Necesitamos un tiempo de adaptación, pero lo lograremos”, opinaba CP3 tras el encuentro. A Durant se le vio algo nervioso y hasta sacudiendo la cabeza. “Sí, sí, lo estaba, pero no le digáis que os lo dije yo”, bromeaba Deandre Ayton. Durante el partido, hasta Monty Williams, su nuevo entrenador, le pidió que se lo tomara con calma: “¿Por qué sacudes la cabeza? Es parte de esto. La grandeza no sacude la cabeza. ¿Me entiendes?”.

Tan mal arrancó Durant que se cambió las zapatillas al descanso, por si las moscas. “Claro, estaba en 1 de 8”, contestó cuando le preguntaron por el motivo del canje. La estrella, con 13 All Stars y dos anillos en su mochila, reconoció que no pudo dormir mucho la noche anterior a su debut ante su nueva afición. A pesar de que lo intentó, no pudo quitarse los nervios ante la ocasión. “Da igual lo mucho que juegues a esto. Sigues entusiasmado, nervioso. Sería un problema si no lo sintiera”, valoró Paul. El gran protagonista de la noche no quiso darle más importancia. “Ha estado bien, he intentado no pensar demasiado en ello”, zanjó.

Para Minnesota, Anthony Edwards (31 puntos y 6 asistencias) y Karl-Anthony Towns (25 puntos y 8 rebotes) destacaron sin amasar ese punch final después de llegar al choque tras cuatro victorias consecutivas. A pesar del revés, siguen a un suspiro de los Warriors en la lucha por la última plaza de clasificación directa para playoffs. Con su triunfo, por su parte, los Suns (41-35) mantienen medio partido de ventaja sobre los Clippers (41-36) en la clasificación, en una lucha por la cuarta posición que dará ventaja de campo en la primera ronda de la postemporada NBA.




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