“La chispa no siempre está viva”

El de Amaia Salamanca está siendo uno de los nombres propios de la semana y no solo por su viral aparición en La Resistencia, donde se enfrentó amistosamente a David Broncano para recuperar la raqueta firmada por Rafa Nadal que le cedió en su última visita. La actriz ha protagonizado un evento de una conocida marca de gafas de sol de la que es embajadora. Una ocasión inmejorable a las puertas del verano para preguntarle cómo va a ser el suyo. Pero gracias a su locuacidad ante los micrófonos, la charla acaba convertida en un confesionario sobre algunos de los asuntos cotidianos que más preocupan a todo el mundo.

Amaia Salamanca, en el evento / Gtres
Amaia Salamanca, en el evento / Gtres

La madrileña vio catapultada su fama gracias a su papel en Sin tetas no hay paraíso, ficción en la que compartió guion con Miguel Ángel Silvestre. Era el año 2008 y Amaia era una mujer poco segura de sí misma. Transcurrido casi un lustro, su personalidad ha cambiado por completo, pero no olvida lo que le costó llegar al punto de madurez actual: «Han cambiado muchas cosas. Llevo 16 años ya trabajando. Al final yo también he madurado. Al principio era como muy insegura con el mundo de la prensa», comienza diciendo. No fue ni mucho menos gestionar la fama: «No entendía muy bien que la gente tuviera intereses en mi vida personal y todo eso al final son distintas etapas y yo creo que sí hay de todo como allanando ese terreno. Ya tengo una vida familiar y ya estado como mucho más normal».

Preguntada por cómo consigue estar tan feliz e ilusionada junto a Rosauro Varo, Amaia Salamanca deja el que, sin lugar a dudas, es el gran titular: «No lo sé. La chispa no está viva siempre. No te creas». Posteriormente, se explica: «¿Crisis? No lo sé. Igual que te decía que había que cuidar y irte con tus amistades y desconectar esos cuatro días, pues creo que también es muy necesario hacer vida en pareja», expresa con una asombrosa naturalidad. «Hacer vida familiar está muy bien, pero sí puedes también desconectar y hacer ciertas cosas en pareja, aunque sólo sea salir a cenar o irte un fin de semana romántico a donde sea, pues son pequeñas cosas que siempre están bien», apunta.

Rosauro Varo, caminando por la calle / Gtres
Rosauro Varo, caminando por la calle / Gtres

Encima de la mesa había también dos asuntos recurrentes: aumentar la familia y su boda. Ambos están descartados: «De momento estoy bien, estamos a gusto con tres niños y yo creo que ya es bastante. Estoy volviendo a trabajar, teniendo una vida muy intensa de trabajo y la verdad es que estamos así», dice sobre el primer tema. «No nos planteamos casarnos. Ya llevamos 12 años juntos. Creo que al final casarse es como un logro de todo este tiempo. Me parece como que es bueno celebrarlo, pero antes de empezar es como empezar por el final», explica.

Amaia Salamanca y su amistad con Concha Velasco

Entre otras cosas, la actriz también ha desvelado que acude en ocasiones a visitar a Concha Velasco en su residencia de mayores. Hay una muy buena relación entre ellas: «Sí, sí, sí, sí. La verdad es que para mí trabajar con Concha Velasco, una maravillosa actriz de la que he aprendido muchísimo, por la manera de cómo se relaciona ella con el medio». Y recuerda cómo se desenvolvía la vallisoletana: «La veías como sentada, siempre esperando como nada diva a la hora de trabajar. Y es maravilloso ver a alguien que tiene no sé cuántas películas a sus espaldas y que es una persona como responsable y trabajadora. Tengo muy buen recuerdo de trabajar con ella y mantenemos esa relación por eso», explica.

Amaia Salamanca, en el evento / Gtres
Amaia Salamanca, en el evento / Gtres

Por último, respecto al verano en el que ya nos encontramos, Amaia Salamanca lo dibuja de la siguiente manera: «Justo acabo de terminar de rodar una serie. Estoy como loca por unas vacaciones y me apetece muchísimo retomar un poco la vida familiar, porque he estado tres meses como con mucho viaje, muy intensamente rodando. Y bueno, pues habrá que ir a visitar a la familia al norte y a la familia que tenemos en el sur. Y sí, siempre solemos parar por Marbella y desconectar un poco, pero con ganas de vacaciones», zanja.


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