La narcoeconomía echa raíces en el sur de España


“Prepárame dos buenas de las que a mí me gustan”. Dice Isco Tejón, Castaña, que cuando hizo esta petición al marroquí que le escuchaba al otro lado de un teléfono pinchado hablaba, literalmente, de mujeres. “Es que él tiene un negocio de intercambio de parejas”, excusa alguien que le conoce. Con el rey del hachís y sus 30 millones de euros de fortuna resulta casi un salto de fe creer que no se estaba refiriendo a dos de esas narcolanchas que riegan Europa de toneladas de droga, en un flujo constante que ni la crisis del coronavirus ha conseguido detener. El cerco policial en el Estrecho se llevó por delante a Tejón, a su hermano Antonio y a otros tantos más, pero el narco del sur está curtido en adaptar su empresa cuando vienen mal dadas. La pandemia que azota España no ha sido, ni de lejos, una excepción.Un alijo de droga pillado in fraganti junto a la lujosa urbanización de Sotogrande, en la localidad gaditana de San Roque. El remolque de una embarcación semirrígida abandonado en la arena de una playa de Almería. Un ceutí con antecedentes en tráfico de drogas, descubierto en un control de carretera en Jerez con 278.000 euros en billetes de 10, 20 y 50 euros envasados en tres bolsas de plástico. Todas son actuaciones policiales sucedidas en pleno estado de alarma. “Pensábamos que el negocio iba a bajar, pero no. Han estado alijando de día y de noche. Sin nadie alrededor, han estado muy tranquilos”, dice un investigador que lucha contra el narcotráfico en Andalucía. Los datos le dan la razón. Las dos primeras semanas de confinamiento OCON Sur, el organismo creado por la Guardia Civil para la lucha contra el narco, detuvo a 58 personas y decomisó 5,5 toneladas de hachís, cifras muy similares a periodos anteriores al coronavirus.

La línea de la
concepción

6 de febrero de 2018
Una veintena de encapuchados asalta el hospital de La Línea para llevarse a un narco detenido. El suceso supuso el inicio del cerco contra el narcotráfico en la zona.

12 de mayo de 2018
Agredidos nueve guardias civiles por 40 personas que salían de una comunión.

14 de mayo de 2018
Un niño muere arrollado por una lancha.

Marzo de 2019
Dos muertos después de que la Royal Police de Gibraltar embistiese en una persecución a una narcolancha (los muertos viajaban en esta embarcación que estaba vacía de droga en el momento del suceso).

Octubre de 2019
Operación en la que acaban detenidos 38 traficantes por blanquear dinero en Gibraltar.

3 de junio de 2019
Un helicóptero de la Guardia Civil detiene a cuatro narcos después de una espectacular persecución hasta la playa del Burgo.

La línea de la
concepción

6 de febrero de 2018
Una veintena de encapuchados asalta el hospital de La Línea para llevarse a un narco detenido. El suceso supuso el inicio del cerco contra el narcotráfico en la zona.

12 de mayo de 2018
Agredidos nueve guardias civiles por 40 personas que salían de una comunión.

14 de mayo de 2018
Un niño muere arrollado por una lancha.

Marzo de 2019
Dos muertos después de que la Royal Police de Gibraltar embistiese en una persecución a una narcolancha (los muertos viajaban en esta embarcación que estaba vacía de droga en el momento del suceso).

Octubre de 2019
Operación en la que acaban detenidos 38 traficantes por blanquear dinero en Gibraltar.

3 de junio de 2019
Un helicóptero de la Guardia Civil detiene a cuatro narcos después de una espectacular persecución hasta la playa del Burgo.

3 de junio de 2019
Un helicóptero de la Guardia
Civil detiene a cuatro narcos
después de una espectacular
persecución hasta la playa
del Burgo.

6 de febrero de 2018
Una veintena de encapuchados
asalta el hospital de La Línea
para llevarse a un narco detenido.
El suceso supuso el inicio del cerco
contra el narcotráfico en la zona.

La línea de la
concepción

12 de mayo de 2018
Agredidos nueve guardias
civiles por 40 personas
que salían de una comunión.

Octubre de 2019
Operación en la que acaban
detenidos 38 traficantes por
blanquear dinero en Gibraltar.

Marzo de 2019
Dos muertos después de que
la Royal Police de Gibraltar
embistiese en una persecución
a una narcolancha (los muertos
viajaban en esta embarcación
que estaba vacía de droga
en el momento del suceso).

14 de mayo de 2018
Un niño muere arrollado
por una lancha.

3 de junio de 2019
Un helicóptero de la Guardia
Civil detiene a cuatro narcos
después de una espectacular
persecución hasta la playa
del Burgo.

6 de febrero de 2018
Una veintena de encapuchados
asalta el hospital de La Línea
para llevarse a un narco detenido.
El suceso supuso el inicio del cerco
contra el narcotráfico en la zona.

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12 de mayo de 2018
Agredidos nueve guardias
civiles por 40 personas
que salían de una comunión.

Octubre de 2019
Operación en la que acaban
detenidos 38 traficantes por
blanquear dinero en Gibraltar.

Marzo de 2019
Dos muertos después de que
la Royal Police de Gibraltar
embistiese en una persecución
a una narcolancha (los muertos
viajaban en esta embarcación
que estaba vacía de droga
en el momento del suceso).

14 de mayo de 2018
Un niño muere arrollado
por una lancha.

La paradoja es que muchos agentes de uniforme de los que solían patrullar la costa han estado en tareas de control del estado de alarma. “Si hemos cogido eso es porque han metido mucho”, reconoce la misma fuente. La crisis del coronavirus ha resultado ser un leve balón de oxígeno en un negocio que, tras vivir días de gloria, sufría el hostigamiento constante del cerco policial. El refuerzo de efectivos ha acabado con esa sensación de impunidad que el narco fue capaz de imponer en aquellas localidades y barrios en los que aparentemente se ejercía una delincuencia sin grandes trabas.Narcotráfico en la Línea. P. PUENTES / J. A. CAÑAS / L. ALMODÓVARIsco y Antonio Tejón son gente de barrio. Ahora están en prisión, pero nunca abandonaron su ciudad, La Línea de la Concepción (Cádiz), ni cuando eran tan ricos como para permitirse cualquier capricho. En ese laberinto de carriles por asfaltar, de tapias altas coronadas de concertinas y cámaras de seguridad que es la barriada irregular de El Zabal, construyeron Los Castaña la sede central de su emporio. Las lujosas villas de decoración kitsch, que lo mismo les servían para dirigir un alijo que para dar una fiesta en la que requerían a esas “dos buenas” que a él le gustan, atraviesan horas muy bajas. La zona está cercada por las fuerzas de seguridad. Ya no hay pedradas a los periodistas, ni persecuciones de mal fin para los agentes por las calles de El Zabal. Un foráneo puede internarse por carriles que hace un año estaban tomados por puntos dispuestos a informar a sus jefes de la visita no deseada o, directamente, a ahuyentarla a golpes. La tranquilidad impuesta oculta la realidad que la crisis del coronavirus ha vuelto a hacer evidente. El Campo de Gibraltar sigue siendo el punto central desde el que se mueve buena parte de un pujante negocio del cannabis que, solo en España, genera unos 1.300 millones de euros de dinero negro, según estimaciones del sociólogo de la Universidad Complutense de Madrid Armando Fernández Steinko, autor del libro La economía ilícita en España. Y eso que el montante ni siquiera tiene en cuenta la droga que narcos como Los Castaña introducen —aproximadamente la mitad de lo que entra por el Estrecho— con destino a países europeos como Holanda, el Reino Unido o Italia.Punto Persona que vigila en un intercambio de drogaPor mucho que los traficantes aseguren estar “muy acojonados”, según apunta una fuente cercana, el asedio policial solo ha supuesto su reinvención. Para la fiscal antidroga en Andalucía, Ana Villagómez, una prueba evidente es que “ni siquiera ha subido el precio de la droga”. Aunque el coronavirus ha inflado el valor de la droga en las calles, aguas arriba el precio del kilo de hachís está a 1.600 euros, el de aceite en los 2.200 y la marihuana en los 1.300, según las estimaciones del Ministerio del Interior. Los alijos que antes se concentraban en pocos kilómetros de las costas del Estrecho ahora se han dispersado a lo largo de toda la geografía andaluza: desde la cercana Huelva hasta Almería, pasando por un Guadalquivir que vuelve a tener peso en las rutas del hachís tras unos años en barbecho. Incluso los narcos diversifican ahora el negocio con plantaciones de marihuana. “No hay investigación que destapemos en Andalucía en la que no haya uno del Campo de Gibraltar metido”, asegura un agente de OCON Sur.“Es la ley de los vasos comunicantes. Si presionas por un lado, sale por otro”, asegura Francisco Mena, presidente de la Federación de Asociaciones Antidroga Nexos. Cuando allá por febrero de 2018 un traficante protagonizó una fuga con asalto al hospital de La Línea incluido, Mena contabilizó que en la zona operaban unas 30 pequeñas mafias familiares o collas con unos 100 colaboradores directos cada una. Eran unos 3.000 empleados del narco, en una ciudad de 63.000 habitantes y una comarca de 269.200 vecinos. “Nos llamaron exagerados, pero nos quedábamos cortos”, añade Mena. Interior ya suma 7.133 detenidos por narcotráfico solo en el Campo de Gibraltar desde que pusieron en marcha hace un año y medio el Plan Especial de Seguridad.Colla Familia dedicada al negocio de la drogaDelincuentes de leyendaLos pujantes Castaña en La Línea; Antón y su tigre como mascota en Barbate; el ascético Tomate en Sanlúcar de Barrameda; el poderoso Abdellah El Haj, el Messi, en Algeciras o el clan de Ginés en la sevillana Coria del Río. Si todos “se han convertido en leyenda”, como asegura una fuente cercana a los primeros, es porque han sido capaces de instaurar su propia cultura en barrios marginales donde el Estado parece ausente, con tasas de paro superiores al 25% y rentas a la cola de las clasificaciones españolas. Sin oficio ni beneficio, para una parte de estas poblaciones resulta demasiado tentador ganar entre 600 y 1.000 euros por hacer de punto o informante en un alijo; de 400 a 1.200 euros por aprovisionar con combustible y víveres a las narcolanchas; de 2.000 a 3.000 euros por participar en la descarga de un alijo en la playa.Los trabajadores sin cualificación del narco son los que “delinquen por subsistencia, para arreglar los regalos de Reyes o la comunión del niño”, asegura un guardia civil especializado en blanqueo de OCON Sur. Su unidad los distingue como el escalón más bajo, a diferencia de un segundo nivel integrado por clanes familiares de la droga o empleados cualificados de estos que pueden llegar a ganar más de 60.000 euros por pilotar una narcolancha, 35.000 euros por controlar el GPS en ese viaje y más de 30.000 por pilotar un todoterreno robado a toda pastilla para ocultar los fardos de hachís en una guardería o escondrijo de la droga. “Son ellos, los que ganan tanto, los que tienen que hacer algo con el dinero, comprarse una casa, un coche, joyas. Es ahí donde encontramos el blanqueo”, tercia otro agente del mismo organismo.Guardería Escondite para ocultar la droga

Por cada viaje de la droga, en una narcolancha se pueden transportar hasta 3.500 kilos de hachís empaquetados en fardos de entre 30 y 40 kilos. En base a ese viaje, los escalones de la organización son:

Organiza el viaje, pero
no va en la lancha.

Su pericia para escapar
de posibles persecuciones
se paga bien.

Maneja el GPS
de la embarcación.

Marinero que ayuda
en el transporte.

Trasladan la lancha desde
su escondite al mar.
Pueden ser varios.

Persona de enlace
entre el productor
marroquí y la
mafía española.

Con un pequeño bote
va hasta la narcolancha
para llevarles gasolina
y víveres.

Miembros
de la ‘colla’

Personas que participan
en la playa en el alijo.

Cogen los fardos que pesan entre 30 y 40 kilos y los llevan hasta el vehículo que los lleva hasta las ‘guarderías’, escondites en los que se guarda la droga. En cada movimiento participan unas 20 personas.

El escalón más bajo de
la droga. Informa de la
llegada de la policía.

Conduce los todoterrenos
llevando la droga hasta
la guardería.

Por cada viaje de la droga, en una narcolancha se pueden transportar hasta 3.500 kilos de hachís empaquetados en fardos de entre 30 y 40 kilos. En base a ese viaje, los escalones de la organización son:

Organiza el viaje, pero
no va en la lancha.

Su pericia para escapar
de posibles persecuciones
se paga bien.

Maneja el GPS
de la embarcación.

Marinero que ayuda
en el transporte.

Trasladan la lancha desde
su escondite al mar.
Pueden ser varios.

Persona de enlace
entre el productor
marroquí y la
mafía española.

Con un pequeño bote
va hasta la narcolancha
para llevarles gasolina
y víveres.

Miembros
de la ‘colla’

Personas que participan
en la playa en el alijo.

Cogen los fardos que pesan entre 30 y 40 kilos y los llevan hasta el vehículo que los lleva hasta las ‘guarderías’, escondites en los que se guarda la droga. En cada movimiento participan unas 20 personas.

El escalón más bajo de
la droga. Informa de la
llegada de la policía.

Conduce los todoterrenos
llevando la droga hasta
la guardería.

Por cada viaje de la droga, en una narcolancha se pueden transportar hasta 3.500 kilos de hachís empaquetados en fardos de entre 30 y 40 kilos. En base a ese viaje, los escalones de la organización son:

Organiza el viaje, pero
no va en la lancha.

Su pericia para escapar
de posibles persecuciones
se paga bien.

Maneja el
GPS de la
embarcación.

Persona de enlace
entre el productor
marroquí y la
mafía española.

Con un pequeño bote
va hasta la narcolancha
para llevarles
gasolina y víveres.

Marinero que ayuda
en el transporte.

Trasladan la lancha desde
su escondite al mar.
Pueden ser varios.

Miembros
de la ‘colla’

El escalón más bajo de la droga. Informa de la
llegada de la policía.

Personas que participan
en la playa en el alijo.

Conduce los todoterrenos
llevando la droga hasta la guardería.

Cogen los fardos que pesan entre 30 y 40 kilos y los llevan hasta el vehículo que los lleva hasta las ‘guarderías’, escondites en los que se guarda la droga.
En cada movimiento participan unas 20 personas.

Por cada viaje de la droga, en una narcolancha se pueden transportar hasta 3.500 kilos de hachís empaquetados en fardos de entre 30 y 40 kilos. En base a ese viaje, los escalones de la organización son:

Organiza el viaje, pero
no va en la lancha.

Su pericia para escapar de posibles
persecuciones se paga bien.

Maneja el GPS
de la embarcación.

Marinero que ayuda
en el transporte.

Trasladan la lancha desde
su escondite al mar.
Pueden ser varios.

Persona de enlace
entre el productor
marroquí y la mafía española.

Con un pequeño bote va hasta
la narcolancha para llevarles
gasolina y víveres.

Miembros
de la ‘colla’

El escalón más bajo de la droga. Informa de la
llegada de la policía.

Personas que participan
en la playa en el alijo.

Conduce los todoterrenos
llevando la droga hasta la guardería.

Cogen los fardos que pesan entre 30 y 40 kilos y los llevan hasta el vehículo que los lleva hasta las ‘guarderías’, escondites en los que se guarda la droga. En cada movimiento participan unas 20 personas.

“El lujo es el primer indicio”, apunta uno de los jefes de la Brigada de Blanqueo de Capitales, de la Comisaría General de la Policía Nacional. Excentricidades que en el tercer y último escalón de la clasificación de la Guardia Civil se hacen demasiado comunes. Son los narcos de cuello blanco que cierran un gran alijo desde el productor en Marruecos hasta su destino final, habitualmente en un tercer país europeo. Buena parte de este selecto club de la delincuencia es extranjero, dirige los movimientos desde la Costa del Sol en Málaga y “camufla sus movimientos con grandes empresas mientras tiran de ingeniería financiera”, según el investigador de OCON. A esta fiesta VIP han conseguido estar invitados Los Castaña, unos traficantes de poca monta que consiguieron hacerse tan poderosos que su participación en un alijo ya es garantía suficiente para el productor marroquí, muy celoso de su mercancía.Porque toda esta red de transporte nace, de hecho, en un campo de marihuana de localización ignota en el norte de Marruecos. De ahí, viaja manufacturado a las costas españolas, en una maniobra que cada vez requiere más ingenio. La potente semirrígida con hasta cuatro motores es el medio que permite introducir hasta tres toneladas de droga en un solo viaje, pero el cerco policial complica ahora el éxito de estos portes. Solo en 2018 —última estadística publicada por Interior— se decomisaron 367.797 kilos de hachís en Andalucía, casi el 85% del total español y un 28% más que en el año anterior. El viejo método de recurrir a barcos de pesca —especialmente popular en las inmediaciones del Guadalquivir— o el más reciente de caletear camiones de transporte, que atraviesan el Estrecho de forma legal, comienzan a ser comunes en las operaciones policiales.

Lo habitual era que la droga entrase por el Campo de Gibraltar (La Línea, Algeciras y San Roque) procedente de la zona de Tánger y alrededores.

Desde Tánger ahora llega a Huelva y a Sanlucar. Desde allí sube por el Guadalquivir y llega hasta la provincia de Sevilla río arriba. En estos casos, se emplean barcos de pesca.

En la zona oriental, el viaje parte en la costa marroquí que va de Ceuta a Melilla hasta Málaga, Granada y Almería.

Lo habitual era que la droga entrase por el Campo de Gibraltar (La Línea, Algeciras y San Roque) procedente de la zona de Tánger y alrededores.

Desde Tánger ahora llega a Huelva y a Sanlucar. Desde allí sube por el Guadalquivir y llega hasta la provincia de Sevilla río arriba. En estos casos, se emplean barcos de pesca.

En la zona oriental, el viaje parte en la costa marroquí que va de Ceuta a Melilla hasta Málaga, Granada y Almería.

Lo habitual era que la droga entrase por el Campo de Gibraltar (La Línea, Algeciras y San Roque) procedente de la zona de Tánger y alrededores.

Desde Tánger ahora llega a Huelva y a Sanlucar. Desde allí sube por el Guadalquivir y llega hasta la provincia de Sevilla río arriba. En estos casos, se emplean barcos de pesca.

En la zona oriental, el viaje parte en la costa marroquí que va de Ceuta a Melilla hasta Málaga, Granada y Almería.

Lo habitual era que la droga entrase por el Campo de Gibraltar (La Línea, Algeciras y San Roque) procedente de la zona de Tánger y alrededores.

Desde Tánger ahora llega a Huelva y a Sanlucar. Desde allí sube por el Guadalquivir y llega hasta la provincia de Sevilla río arriba. En estos casos, se emplean barcos de pesca.

En la zona oriental, el viaje parte en la costa marroquí que va de Ceuta a Melilla hasta Málaga, Granada y Almería.

El salto del Estrecho es la fase más crítica a la que se enfrenta el hachís para fluir por Europa. Y eso se traduce en su cadena económica de valor añadido. “Aproximadamente, el 18% se queda en los importadores”, asegura Fernández Steinko. El porcentaje puede parecer reducido si se tiene en cuenta que “la gran tajada”, aproximadamente la mitad del precio final, se encuentra en la distribución minorista. Pero la clave está en la concentración. Las grandes ganancias se quedan en manos de unos pocos capos y sus asalariados, mientras que la venta al consumidor final se resuelve entre las manos de unos 70.0000 pequeños traficantes españoles, según cálculos del sociólogo, a los que les queda “poco más que un trabajo mal pagado”.En Cádiz ―una provincia “donde la economía sumergida es tan grande”, según valora la fiscal Villagómez― y, a su vez, en el Campo de Gibraltar ―una comarca atenazada por los aún inciertos efectos del Brexit en el Peñón― el narcotráfico genera una economía en negro de unos 230 millones de euros, según estima Fernández Steinko, especializado en aplicar criterios científicos a un negocio tan opaco como el de la droga. La cifra es más baja que la que Mena determina: 350 millones anuales que van directos a crear riqueza local. “Nos guste o no nos guste, entra en la economía. Esa es la perversión”, apunta el activista.

La realidad socioeconómica
de la zona

Datos de 2018, en porcentaje

Datos de 2018, en euros al año

Criminalidad por tráfico de drogas

Datos de 2018, en número de detenciones e investigados

Detenciones e investigados por 100.000 habitantes
En amarillo, las provincias andaluzas

Fuente: INE y Ministerio de Interior

La realidad socioeconómica
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Datos de 2018, en porcentaje

Datos de 2018, en euros al año

Criminalidad por tráfico de drogas

Datos de 2018, en número de detenciones e investigados

Detenciones e investigados por 100.000 habitantes
En amarillo, las provincias andaluzas

Fuente: INE y Ministerio de Interior

La realidad socioeconómica
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Datos de 2018, en porcentaje

Datos de 2018, en euros al año

Criminalidad por tráfico de drogas

Datos de 2018, en número de detenciones e investigados

Detenciones e investigados por 100.000 habitantes
En amarillo, las provincias andaluzas

Fuente: INE y Ministerio de Interior

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Criminalidad por tráfico de drogas

Datos de 2018, en número de detenciones e investigados

Detenciones e investigados por 100.000 habitantes
En amarillo, las provincias andaluzas

Fuente: INE y Ministerio de Interior

Y eso que el Estrecho de Gibraltar lleva años posicionándose en un negocio mucho más lucrativo y peligroso, el de la cocaína, que no entra en estas valoraciones generales del hachís. Desde agosto de 2018, los 356 agentes desplegados en el Estrecho han decomisado 8.069 kilos de polvo blanco, en su mayoría procedente de contenedores de mercancías en el puerto de Algeciras. La cantidad es baja, pero su valor medio por kilo —33.800 euros— eleva lo intervenido a más de 272 millones de euros. Ese dinero dejó de figurar entre los ingresos de mafias internacionales sudamericanas de las que rara vez participaban los capos locales del hachís y, por tanto, no impactaban de una forma tan directa en la economía local sureña. Los 1.255 kilos de cocaína descubiertos en una narcolancha en noviembre de 2019 en Isla Cristina (Huelva) y que movía una mafia sevillana ponen en duda ahora la clásica división entre narcos.Mitos que se hacen verdadPor cada mafia del hachís que opera en el Estrecho hay una leyenda que recorre las calles de La Línea. Hay rumores que dicen, que atosigados por tanto billete, hay quien entierra el dinero en el campo. Que alguno que otro capo ha acabado cayendo por culpa de sus innumerables líos de faldas. O que tal movimiento de droga no sería viable sin la connivencia más o menos directa de quien está dispuesto a dejarse corromper. Todos estos mitos se hicieron realidad en unas investigaciones policiales que, desde hace meses, centran esfuerzos en desmontar el entramado de blanqueo de capitales que sostiene al hachís. “Quitarle los beneficios económicos es lo que más daño les hace”, explican desde la Brigada Central de la policía, donde dirigen investigaciones complejas que pueden durar hasta dos años.En julio del pasado año, el capitán de la Guardia Civil de Algeciras Joaquín Franco, acabó detenido acusado de colaborar con el narco. En septiembre, le tocó a Cayetana Marmolejo, la secretaria municipal del pueblo gaditano de Jimena, señalada por colaborar en el blanqueo del tráfico de drogas al que supuestamente se dedica su pareja. El pasado mes de octubre, Vigilancia Aduanera encontró 650.000 euros procedentes del narcotráfico ocultos en la tubería de un restaurante. Fue justo en el mismo mes en el que se enmendó la incomprensible puesta en libertad de Isco Tejón. El recurso de la Fiscalía permitió conocer detalles de la Operación Ronal, en la que acabaron cayendo ambos hermanos.El entramado societario de Isco Tejón lo forman 10 empresas: cafeterías y bares, un centro de estética, un local de alterne, otro de intercambio de parejas —el que usó para su cameo estelar en un videoclip de reguetón— y hasta una firma de reciclaje. En los 25 tomos de 350 páginas cada uno del sumario sobresale un entramado de propiedades, coches de lujo y curiosidades, como que Antonio tuvo la supuesta suerte de que le tocase la lotería nueve veces en un año y medio. “Este tipo de organizaciones nativas emplean la antigua usanza: familiares que actúan como testaferros, premios, capital inmobiliario y empresas pantalla”, explica uno de los jefes de la Brigada de la Policía Nacional.Tanto ellos como la Guardia Civil también tienen constatado el uso de la hawala, una forma de banca basada en la confianza, que funciona especialmente con Marruecos y por la cual los traficantes españoles invierten en bienes en Europa como forma de pago a sus socios marroquíes. “Para blanquear se puede usar prácticamente todo, la clave está en la habilidad”, tercia Javier Bello, jefe en Andalucía de Vigilancia Aduanera. Al igual que el narco se dispersa por Andalucía en busca de vías de negocio, recurre a nuevas formas de blanquear el dinero, como las criptomonedas o los videojuegos. “Son juegos en los que se paga para conseguir un arma o una llave y hemos detectado que hasta ahí se estaban metiendo”, añade Bello. También ocurre con capitales ocultos en terceros países difícilmente rastreables, como la fianza de más de 100.000 euros que Isco Tejón pagó desde una sociedad irlandesa para conseguir su libertad provisional.Hawala Sistema informal de envío de dinero sin pasar por bancosEn OCON dan todavía más pistas: “Todos los negocios que tributan por tramos y en los que se paga a los proveedores en efectivo son susceptibles [de blanqueo]”. A Juan, nombre en clave de un agente de La Línea que conoce bien las andanzas del narco, le sobran ejemplos. Del gimnasio que regentaba Kiko, El fuerte, al local de copas en Algeciras del Messi del hachís o la tienda de ropa de estética narco vinculada a un capo linense. Muchos de estos negocios están precintados por registros o han acabado cerrando al poco de ser investigados. “Cuando se les corta el grifo acaban desapareciendo porque ya no les salen los números”, explica el guardia civil dedicado a investigar el blanqueo en el sur.Tampoco les va demasiado bien a aquellas compañías especializadas en el sector del lujo en el Campo de Gibraltar —como concesionarios o joyerías— o a las inmobiliarias que hicieron negocio en torno a la burbuja del urbanismo ilegal que propugnaba el “háztelo tú mismo” en un terreno rural. “Quien vendía una cocina de 10.000 euros ahora no vende, porque aquí hay trabajadores normales que no pueden permitírselo. Ellos [por los traficantes] fomentaron la economía, pero ahora se están desprendiendo de todo. Necesitan dinero para pagar abogados y fianzas”, añade el agente linense. Y uno de estos letrados de la zona da otra clave: “Para que hayan hecho esto han necesitado la ayuda de otra persona en uno de estos negocios que no cumplió con sus obligaciones antiblanqueo”. De nuevo, la detención de un notario de El Puerto de Santa María por permitir dos compras en metálico da sustento a otra de las teorías asentadas en la zona.Pocos son los narcos que se atreven ya a hacer ostentación de su vida de lujo. En La Línea apenas se ven esos coches de alta gama pilotados por jóvenes. Hace más de 13 años que un tercio de la población activa está en paro. La dicotomía se antoja cruel y la resume el alcalde linense Juan Franco: “No quiero narcoeconomía en mi ciudad, pero hay una parte, un porcentaje minoritario, que se gasta en determinados sectores. Son empresas que ahora venden menos. Parte del dinero sucio acaba metido en la economía limpia. Lo que yo demando es que me den medios para revertir esta situación”.Operación en GranadaUn total de 244 kilómetros separan a La Línea de la localidad granadina de Pinos Puente, uno de los epicentros del cultivo de marihuana del país. A punto de romper el alba, más de 100 guardias civiles se desplegaban por la barriada de Las Flores en una fría mañana del pasado 5 de febrero. La humedad que calaba fuera contrastaba con el calor sofocante de los pisos de protección oficial reconvertidos en enormes plantaciones de maría. Unas semanas antes, era una cadena de panaderías granadinas la que se puso a tiro de los investigadores por blanquear dinero y por sus nexos con el Messi del hachís.No hay distancia ni tipo de droga que haga a los grandes capos del Estrecho desistir en su intento de seguir moviendo mercancía. Entre los 76 detenidos en el operativo centrado en Pinos Puente también hay gaditanos y hachís de por medio. Los agentes ya están tras la pista de esta diversificación. También investigan a dónde ha ido a parar toda la droga que han sido capaces de introducir en un estado de alarma que mantiene las fronteras cerradas. Se avecinan operaciones y tiempos más convulsos, si caben, para el narco cada vez más hostigado. Por eso, ya hay cercanos a los capos que, preocupados, se preguntan: “Ahora abren la nevera y por el momento la tienen llena. Cuando la vean vacía… ¿alguien sabe qué pasará? No están acostumbrados a trabajar y sí a delinquir”.“Queremos respuesta del Estado, pero no solo policial”Más de 356 agentes se desplegaron en el Campo de Gibraltar a finales de 2018 para poner fin a la impunidad con la que el narco se movía por la zona. El Gobierno anunció entonces un ambicioso plan de inversiones de mil millones de euros que incluía medidas educativas, sociales y de infraestructuras. Más de un año después, solo se ha cristalizado el paquete de acciones de seguridad con 17 millones de euros y el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ya ha prometido otros 19 millones más para 2020. Sin embargo, el resto de medidas aún no han llegado y en la zona empiezan a impacientarse. “Queremos respuesta del Estado, pero no solo policial. Esto solo con Guardia Civil y policía no se arregla”, recuerda el alcalde de La Línea de la Concepción, Juan Franco.

En el epicentro del problema, a Franco el despliegue de seguridad le suena a lo que ocurrió en los años noventa para frenar el tráfico de tabaco o a partir del año 2000 en Barbate para atajar el tráfico de hachís. En ambos casos, nunca llegó una solución a largo plazo para aportar remedios a localidades castigadas por el paro y la pobreza. Desde el Gobierno recuerdan que su compromiso sigue en pie, pero que se ha visto frenado por la ausencia de presupuestos. Por si acaso, Franco les lanza un recordatorio: “Seguimos teniendo las mismas carencias de buscar un futuro para la ciudad. Lo que estoy demandando es una atención singularizada”.


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