EL PAÍS

La Profeco descarta que Ticketmaster duplicase sus propios boletos en el concierto de Bad Bunny


Jóvenes al exterior del concierto de Bad Bunny en Ciudad de México.Emilio Espejel

Ricardo Sheffield, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), ha descartado este lunes que Ticketmaster se haya involucrado en el duplicado de boletos durante el concierto de Bad Bunny del pasado 9 de diciembre, que se enfadó al ver que la pista del Estadio Azteca de Ciudad de México estaba casi vacía, pese a que se habían vendido todos los espacios. Los delegados de la empresa que se reunieron con Sheffield, alegaron que los problemas a la entrada se debieron a un fallo en el sistema de registro de boletos, debido a la “intermitencia de la señal” a la hora de registrar el código de los boletos con las pistolas inalámbricas que deben detectar el código QR del boleto.

“Queda descartado que haya sido doble venta de boletos”, ha dicho el procurador. Sheffield ha informado de que Ticketmaster ya está indemnizando a los más de 2.000 afectados que han interpuesto su demanda. “Ya empezaron a recibir el 100% de reembolso por parte de Ticketmaster, más el 20% de indemnización que marca la ley”, ha dicho el titular de la Profeco, que la semana pasada abrió un repositorio exclusivamente para recibir quejas por el mal trato de Ticketmaster hacia sus clientes.

También han pedido a la compañía que realice un cambio en su política en México, para que, cuando se cancele un evento, se actúe igual que hacen en países Estados Unidos, Canadá o la Unión Europea. “Deben devolver el 100% del precio pagado por el consumidor, incluido el servicio de boletaje”, es decir, el beneficio que obtiene Ticketmaster por la venta de cada boleto, y la empresa no suele devolver en casos de cancelación. La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) ya abrió una investigación en 2015 por prácticas monopólicas y llegó a sancionar a la empresa con una multa de un millón de pesos.

La Profeco señaló que Ticketmaster es la “única responsable” del caos ocurrido el pasado viernes en el concierto de Bad Bunny en el Estadio Azteca, con capacidad para 80.000 personas. Los controladores de acceso rechazaron a muchos jóvenes porque, decían, sus boletos eran falsos o habían sido clonados, es decir, que ya había alguien dentro con el mismo código. Muchos clientes declararon que los trabajadores a la entrada del recinto les quitaron y rompieron sus boletos, dejándoles sin posibilidad para reclamar, mientras que otros tuvieron que ir a la taquilla a intentar solucionar el problema. Estos conflictos retrasaron la entrada al recinto hasta que finalmente decidieron cerrar las puertas, dejando a miles de personas fuera y la pista del Estadio Azteca casi vacía.

El artista puertorriqueño había hecho sold out para las dos citas que tenía en Ciudad de México, los últimos conciertos de una gira que le ha llevado por todo el mundo y tras la que se retira a descansar durante al menos un año. “La demanda por boletos de Bad Bunny en Ciudad de México fue la más alta de la historia del país, al registrar más de 4,5 millones de personas en búsqueda de una de las apenas 120.000 localidades disponibles en el Estadio Azteca sumadas ambas fechas”, dijo Ticketmaster para justificar los problemas ocasionados.

Tras el concierto, Sheffield arremetió duramente contra la empresa, a la que acusa de llevar años dando un mal servicio y subir las comisiones por la distribución de boletos: “Tenemos varios procesos en su contra, este no es el primero, aunque esperamos que sea el último, porque es una empresa que está dando muy mal servicio, es un monopolio”. El titular de la Profeco ha señalado que la investigación puede acabar con una multa de hasta el 10% de las ventas anuales de la empresa.

Ticketmaster tiene un historial de trato deficiente con los clientes que tienen algún problema en su boleto, como reveló este periódico después de hablar con personas afectadas por la clonación y cancelación de boletos durante la gira de Harry Styles en México. Tabatha Palacios tenía boletos para el concierto de este artista en el estadio Foro Sol de la capital, pero una semana antes le cancelaron, sin explicación, sus boletos. Había pagado 7.653 pesos. “Intenté contactar con ellos por todos lados, pero nada, apenas me respondían”, cuenta Palacios, que muestra una frustración compartida por muchas otras personas.

Varios diputados de Morena, el partido del presidente, han solicitado la comparecencia de Ticketmaster en el Congreso. Además, la senadora Citlalli Hernández, del mismo partido, también se ha referido al tema: “Es hora de hablar en serio de cómo combatir las prácticas desleales y el abuso de Ticketmaster. Vamos a legislar al respecto”.

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