El Chelsea se convirtió en la sensación del pasado mercado de verano. Fue el club que más gastó en refuerzos, un total de 247,2 millones de euros, por delante del Manchester City (171,8) y del Barcelona (119). Sus dos fichajes más caros fueron Kai Havertz (80 millones pagados al Bayer Leverkusen) y Timo Werner (53 al Leipzig). De momento, ni el rendimiento del mediocentro ni el del delantero están siendo los esperados en un Chelsea cuyo entrenador, Frank Lampard, ve peligrar su puesto.
Tanto Werner como Havertz han tenido problemas de adaptación. Y, en el caso del delantero, el propio Lampard lo reconoció y explicó este mismo lunes que trabaja con él para que el internacional alemán gane en confianza. No está siendo precisamente fácil para Werner el inicio de su etapa en el Chelsea.
Werner sólo ha marcado 4 goles en las 19 jornadas disputadas de la Premier League. La pasada temporada, la última en que jugó en el Leipzig, el hoy delantero del Chelsea fue el segundo máximo realizador de la Bundesliga, con 28 tantos para el Leipzig, tras el ‘pichichi’ Robert Lewandowski (autor de 34).
Havertz, el fichaje más caro del Chelsea para 2020-21, logró 12 ‘dianas’ para el Bayer Leverkusen en 2019-20 y en su primer curso con los ‘blues’ sólo ha marcado uno por el momento. Entre las acusaciones que le hacen a Lampard es que por ahora no ha sabido lograr la mejor versión ni de Havertz ni de Werner, que no ha sabido encontrarles el puesto más adecuado para que rindan.
La derrota sufrida el pasado martes ante el Leicester (2-0) situó al Chelsea 8º en la tabla de la Premier, a 11 puntos del líder, el Manchester United, y a 5 de la zona de Champions. Para los ‘blues’, que Werner y Havertz jueguen como lo hacían en Alemania sería una de las grandes bazas para alejar la crisis, ya que han perdido 5 de sus 8 últimos partidos de Premier.
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