Las claves de la victoria de la Real en Granada


Nada es casualidad en la jornada 12. Todo es causalidad. Si la Real es colíder junto al Barcelona y el Real Madrid, con la ‘trampa’ de la no disputa del clásico, es porque hasta la fecha ha exhibido una infinidad de recursos y una competitividad a la altura de los más grandes para ubicarse en lo más alto. El estado de felicidad se instala entre la afición, que aún no conoce cuál es el techo del equipo.



La Real ya había demostrado ser capaz de ganar sin jugar del todo bien y sin ser superior, como en Balaídos, y en Granada dio un paso más: derrotó a su oponente sin su estrella: Odegaard. Ganó un partido en el que en años precedentes quizá no habría tenido opciones de salir victoriosa. Lo hizo con dos jugadas similares, que terminaron en gol gracias a las cualidades de un futbolista especial que no existía en la plantilla hasta este verano: Cristian
Portugués Manzanera ‘Portu’.

Los dos tantos llegan merced a rápidas transiciones originadas tras un robo en la medular. El 0-1, es Oyarzabal el que intuye el pase largo del central y el que lanza a Portu. En el 1-2, se anticipa Zaldua, que cede a Januzaj y éste se inventa un pase definitivo con la derecha.

Ante el Celta fue un suplente de lujo como Isak el que resolvió. Contra el Betis, el buen hacer de un tridente ofensivo que destruye defensas, con el ‘mago’ Odegaard por detrás. Y, además, un inconmensurable Merino.

Todos ellos en su mejor versión. Felicidad en txuri urdin

1. La ambición y la valentía por bandera

Imanol odia los empates. Sea el que sea el rival, lanza a su equipo a tumba abierta a por el triunfo. Su reflexión es indiscutible. Si te ganan, pierdes un punto. Si ganas, te llevas el triple, tres. Mientras el Granada apuntalaba su retaguardia para salvar el punto, Imanol quitó a un medio para meter al cuarto atacante. Januzaj por Sangalli. El belga dio el pase del gol. Premio a la ambición.

2. Aflora el gen competitivo

Cuando la Real merece ganar, gana casi siempre y cuando merece empatar, ahora también vence. Todo es producto del talento de su plantilla y la dirección de su entrenador, pero ha conseguido que aflore un gen competitivo que le lleva al éxito. Ante el Athletic, el Sevilla y el Levante perdió porque fue peor que el rival y ante el Getafe, por la expulsión.

3. Un tridente ofensivo a la altura de los mejores

Willian José, Oyarzabal y Portu conforman uno de los mejores tridentes de la Liga. Con sus 13 goles es la tercera más productiva de la Liga, a los que hay que unir ocho asistencias. A la gran aportación de Willian (5 goles), Oyarzabal (4) y Portu (4) hay que sumar el hecho de que tienen las espaldas muy bien cubiertas con Isak, Januzaj y Barrenetxea. Quizá el bloque ofensivo más potente de la Liga.

4. Mikel Merino, el centrocampista total

Es otro de los factores que explica que la Real cabalgue con esa solvencia por la Liga. Tiene otro futbolista diferencial como Mikel Merino. El año pasado le costó sacar a relucir todo su repertorio por las lesiones. Este año lo está haciendo, sobre todo en las segundas partes: despliegue, músculo y pulmones, utilización de su privilegiada anatomía y pases al espacio con calidad. Un centrocampista total.

5. Calor en casa y fuego a domicilio

La Real está desplegando lo mejor de su fútbol tanto en casa como fuera. En Anoeta está contando con el apoyo incondicional de los suyos, con una media astronómica de asistencia de casi 30.000 espectadores (29.953) en los cinco primeros partidos en su nuevo coliseo; pero es fuera donde está obteniendo una mayor cantidad de puntos (13 de los 22).


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