Los Celtics desatan la ira de LeBron y se llevan un polémico y tremendo Clásico

Los Celtics desatan la ira de LeBron y se llevan un polémico y tremendo Clásico

De la placentera incredulidad a la frustrante ira, de la ira a la decidida determinación. De la determinación, a la decepción. El desenfrenado y frenético derroche de emociones personificado en otro monumental LeBron James que pegó otro bocado al récord anotador de Kareem Abdul-Jabbar con 41 puntos presidió un apasionante duelo entre Celtics y Lakers se llevaron los verdes en la prórroga (125-121) pero que dignificó la historia del Clásico de la NBA. 

Hubo emoción en un desenlace del que se adueñó Jaylen Brown con 37 tantos, la intensidad e igualdad estuvieron siempre presentes, y controversia, mucha controversia en un final que vio el despertar de Jayson Tatum, 30 puntos y 11 rebotes tras sólo 8 tantos en la primera mitad.

LeBron no se lo podía creer. Primero, que Patrick Beverley se colgara del aro cuando hacía cuatro años que no clavaba un mate para poner a los Lakers 102-104 arriba a falta de 18 segundos. Después, que los árbitros no señalaran como falta un claro manotazo de Tatum final en su bandeja en la última acción de un tiempo reglamentario que finalizó 105-105. No podía reclamar revisión porque los de púrpura y oro ya habían consumido su ‘challenge’.

“Ya viste mi reacción… No lo entiendo”, decía en el vestuario un abatido ‘Bron’ que lamentó las últimas decisiones arbitrales que han perjudicado a los Lakers. Más expresivo fue Anthony Davis. “Es una mierda, es inaceptable. Te garantizo que nada le va a pasar al árbitro. Nos engañaron esta noche. Es una falta flagrante…Los árbitros estuvieron mal esta noche”, se quejó la ‘Ceja’. El colegiado del Clásico, Eric Lewis, reconoció el error en conversación con el periodista Adam Himmelsbach tras el choque. 

En apenas 18 segundos, paradigma de cómo la vida puede cambiar en el baloncesto de un momento a otro, ‘Bron’ vivió las dos caras de la incredulidad, tan hermosa cuando se trata de una sorpresa inesperada. Tan áspera e impotente cuando lo que se supone que tiene que pasar no sucede, en este caso que los colegiados vieran lo evidente. En una imagen insólita, se lo mostró el siempre visceral Patrick Beverley, que se tomó la libertad de coger la cámara de un fotógrafo para mostrar su error al árbitro. Recurso desestimado y falta técnica.

Trató de trasladar ‘The King’ su rabia al juego, pero sus 6 puntos en el tiempo extra fueron en vano y los Celtics, tan espesos anoche en ataque que hasta rozaron lo espantoso, repitieron triunfo en el Clásico tras el de diciembre (122-118). La NBA, tan detallista, siempre se guarda encantos y en este caso inventó lo de la semana de las rivalidades para romper la ‘monotonía’ de la temporada regular antes del All-Star.

Dejó lo mejor para el final y le correspondieron Lakers y Celtics reverdeciendo en el TD Garden con el picante de la polémica una rivalidad algo atenuada en los últimos años, desde 2010 –los tiempos de Kobe y Pau y de Kevin Garnett y Paul Pierce-, sin el gozo de unas Finales de la NBA entre las dos franquicias por excelencia, empatadas ahora a 17 anillos.

La derrota final significó un drama para unos Lakers atendido el encomiable y titánico esfuerzo del equipo de Darvin Ham, muy inferior en calidad al mejor equipo de la NBA pero que lograron equilibrar esa sideral diferencia desde la inspiración del ‘triplista’ LeBron –6/12 en triples y 15/30 en tiros de campo-, pero también desde la disciplinada obediencia de un plan táctico que asfixió gran parte del encuentro a Tatum. 

El alero firmó sólo 8 puntos en la primera parte pero, pese a su exiguo 8/25 en tiros y sus 6 pérdidas, acabó con 30 tantos, pues siempre acaba encontrando el alero maneras de anotar, amén de su obstinada insistencia. Se dejó contagiar por la explosión final otro ‘Jay’, con 11 tantos en la prórroga para el escolta.

“Es una mierda, es inaceptable, fuimos engañados”


Anthony Davis

La zona de los de púrpura y oro bloqueó a unos Celtics confusos para dar fluidez a la circulación, huérfanos de dirección sin Marcus Smart y añorando el recurso de meter balones interiores a Robert Williams III, también lesionado. Quedó más que nunca al descubierto la necesidad por parte de los de Joe Mazzulla de reforzar la pintura, pues el técnico no confía lo suficiente en Luke Kornet ni Blake Griffin ni aportan ahora mismo todo lo que Boston necesita. Y ahí es por donde se puede ganar un sitio Willy Hernangómez.

Con un espacio de la pista horrible, Tatum fracasó en sus intentos de penetración ante el tráfico ‘laker’ y tampoco logró desequilibrar pese a que esperara a recibir el balón abierto para atacar el 1×1, bien defendido entre otros por un Anthony Davis que sumó 16 puntos y 10 rebotes desde el banquillo.

También propusieron una zona los Celtics a los Lakers, conscientes de que los de púrpura y oro también se colapsan ante este tipo de defensas. Pero, con una buena protección de su aro, el liderazgo de LeBron, lo que ‘pescaron’ en transición más una notable actuación colectiva en general, los de Ham no sólo aguantaron el ritmo, sino que llegaron a verse 10 arriba a mediados del tercer cuarto. Cuatro jugadores aparte de la ‘Ceja’ y ‘Bron’ más sumaron dobles dígitos, con 15 para Beverley, 13 para un punzante Schröder en penetración y Lonnie Walker IV, y 12 para un Russell Westbrook con una pobre serie de tiro (4/14) y al que siempre flotaron.

La desatinada actuación desde el perímetro de los Lakers pese al 6/12 en triples de LeBron -un 28%-, reforzó el plan de los Celtics de dedicarse a proteger la pintura. El mejor espaciado final, con un gran papel también de Malcolm Brogdon (26 tantos), permitió a Brown y Tatum liberarse en medio de la polémica final, ingrediente que, por supuesto, también indispensable para que un Clásico haga vibrar. Las imágenes de desesperación de LeBron y la cómica escena del ‘fotógrafo’ Beverley ya forman parte de la admirable y fastuosa galería de imágenes de los Celtics-Lakers.




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