Mariano García: “De mi pueblo no me muevo, estoy orgulloso de él”

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Mariano García, cruzando la meta, campeón del mundo en Belgrado.
Mariano García, cruzando la meta, campeón del mundo en Belgrado.SportMedia / Europa Press (Europa Press)

Duerme bien la noche del sábado Mariano García, campeón del mundo de 800m. 24 años, Cuevas de Reyllo, 2.063 almas, Murcia. “Habré dormido cuatro o cinco horas, que no está nada mal, porque después de las carreras no suelo dormir mucho. Después de la que gané en Nueva York yo creo que logré dormir una hora, hora y media”, dice, mirándose los pies, calzados en una chanclas afelpadas, blanditas, calientes y superconfortables, adornadas con dibujos de una Harley Davidson estacionada frente a una gasolinera con grandes luminosos rojos. “Quizás dormí mejor porque para celebrar el título mientras los compañeros se bebían una cerveza yo me pedí un vaso de leche con Nesquik… Nunca tomo alcohol. Bebo Aquarius y, como mucho, una coca cola”. Entonces interviene su entrenador, Gabriel Lorente, al que todos llaman Gabi, casi tan joven como su atleta, al que empezó a entrenar en el club hará 11 años, y de Fuente el Álamo, el pueblo de al lado, que se siente como un hermano mayor. “Mariano es muy tranquilo y duerme de ocho a 10 horas todos los días”, dice Lorente, quien, cuando el mediofondista empezó a necesitar más atención, dejó de trabajar en una panadería y se dedica a tiempo completo al atletismo. “En Navidades compró una cámara hipobárica, que quita oxígeno del aire para simular en su pueblo, al nivel del mar, alturas de 1.800 metros a 3.000, y no solo duerme en ella. Es capaz de pasarse las tardes también dentro, tumbado con el ordenador… No mucha gente lo haría”, cuenta

Pregunta. No se le ve muy emocionado. ¿Ha pensado ya que siempre que se escriba su nombre se pondrá al lado campeón del mundo de 800m?

Respuesta. No, tengo las emociones normales… Y no he pensado nada todavía. Pasó hace menos de 24 horas [la entrevista se hizo el domingo por la mañana]. Hay que asimilarlo todavía. Mientras descanse estos días ya lo asimilaré.

P. ¿Dónde descansará?

R. En el pueblo, claro. Sigo viendo allí con mis padres, con mi familia, en mi casa. Allí estoy muy a gusto. De allí no me muevo. Estar en la ciudad me agobia. No estás tan cómodo como en tu casa. Cuando sales de tu entorno se nota que estás peor.

P. ¿No se quiere mover de allí?

R. Nooo, si lo tengo todo. Tengo la pista, el gimnasio, todo, y los entrenadores están cerca, y el nutricionista Javier Martínez Noguera. Se está de lujo. La pista de tierra de Fuente el Álamo está bien para entrenar, y tengo las de Cartagena o Alhama a tiro de piedra. Me gustan bastante. El pueblo agrícola y ganadero. Hay caminos para rodar, es llanico y, sobre todo, tiene buena temperatura. Yo estoy orgulloso de mi pueblo. Y quiero seguir dándole alegrías, como ellos me las dan a mí para que siga trabajando bien.

P. ¿Y sigue por las calles el perro que le quería morder y que le hacía correr tanto?

R. El perro ya se murió, jeje, pero hay otros. Un perro tuvo un poco la culpa de que fuera atleta, y luego también mi primer entrenador, Juan Antonio García Esparza, que fue el que me dijo que me apuntara al club de atletismo. Empecé a hacer de todo, pero me hice obstaculista. Me gustaban los obstáculos porque disfrutaba, y ahí estuve hasta promesa de segundo [19 años] que es cuando me decidí a dar el salto al milqui. Bajé de nueve minutos, que era mi objetivo, y una vez conseguido… Le dije a Gabi, el entrenador: “Hasta que no baje de nueve en los 3.000 obstáculos no me centro en el milqui”. Tenía problemas de rodillas por los obstáculos, que las machacan mucho, pero yo insistía todavía haciendo obstáculos… Como soy cabezón, hasta que no consigo una cosa no paro.

P. Sus mejores éxitos y marcas, su récord nacional de 800m, 1m 45,12s, el campeonato del mundo, los ha logrado en pista cubierta. ¿Tiene pendiente la asignatura del aire libre?

R. Sí, a ver si mejoramos y no sufro percances. El verano pasado la temporada era buena. Iba mejorando mis marcas en indoor, y empecé bastante bien al aire libre, pero dos días antes del mítin de Madrid, a finales de junio, me salió lo de la apendicitis, que no se certificó hasta días después, y me perdí el campeonato de España directamente, también… Se me infectaron los puntos y tardé mes y medio en recuperarme. Ni posibilidad de Tokio ni nada Luego ya empecé un mes más tarde… Perdí casi tres meses.

P. ¿Mentalmente cómo se gestiona eso?

R. Da igual lo que pienses… Cuando pasa eso ya sabes que tienes perdida la temporada prácticamente. No pensé en ello, solo en recuperarme porque este año hay tres grandes campeonatos [el Mundial en pista cubierta y al aire libre, los Europeos al aire libre]. Tenía claro que el de pista cubierta sería mi regreso una vez salí del apéndice. La enfermedad me dio más motivación para preparar este Mundial a tope y a ver si podemos hacer algo bonito… Y de momento ha funcionado.

P. Y a punto estuvo de quedarse sin beca…

R. Sí, porque las becas duran un año, año y poco, y había pasado un poco y había que estar ahí para renovarla. Si no me hacen un hueco para la Copa de Europa este año habría estado sin beca. Me hubiera quedado sin beca hasta el día de hoy. La beca te da para vivir el año. Si la vas consiguiendo año a año puedes tirar, pero lo justo; si no, no. Mira cómo está Javier Mirón, un chico más joven que yo, con gran proyección, que corrió los 800m el año pasado por debajo de 1m 45s y luego se lesionó y cogió la covid, y se quedó sin beca y allí está, en Ibi, su pueblo… y de abajo no se sale sin ayuda. Es lo que hay que apoyar también.

P. Pero con el título mundial ya se acabaron sus cuitas…

R. No sé aún lo que me dará el título. Ya miraré tranquilamente las becas y premios por campeón del mundo [percibirá 30.000 dólares de la federación internacional por el oro y una beca de la española de 26.200 euros, nivel A2, con una duración de 18 meses. Aparte, entrará en el nuevo plan de ayudas del CSD que aún no está definido y sustituye al Plan ADO]. Ya apostó por mí el club New Balance y estoy muy contento con ellos. A ver si sigue yendo bien la cosa y estoy unos cuantos años.

P. ¿Por qué es atleta?

R. Soy atleta porque me gusta mucho correr y lo disfruto. Voy a entrenar porque si estoy aburrido prefiero estar entrenando. Desconecto y prefiero estar corriendo que estar parado. En el bar no me vas a encontrar. Ni con las tecnologías o las redes. Cuando era más pequeño sí que jugaba a la Play y todo, pero ya te haces grande y pasas más. Coges en el móvil algún juego y la liga fantástica del atletismo para aprender nombres y marcas de otros y te entretienes cuando no tienes wifi… Instagram solo lo uso para ver alguna carrera mía, los fallos que he tenido y así aprender.

P. ¿Cómo es su mundo?

R. Yo soy un chico tranquilo. Me da igual lo que piensen los demás. Yo voy y hago lo mío. Donde tengo que correr bien es en la pista, no al margen de la pista, todo ese postureo, todo ese rollo…

P. ¿Le cambiará algo el título, la posible fama mediática?

R. Yo responderé a los periódicos que siempre han estado conmigo, y quiero desconectar. Cuando llegue al pueblo, un día o dos, y a desconectar de todos para coger con ganas el aire libre. Es mucho trabajo físico, pero también mental. No paramos de viajes, entrenos… Si no desconectas, el cuerpo no aguanta.

P. No busca fama, no busca dinero… ¿Qué busca en el atletismo?

R. Busco divertirme y disfrutar cada momento, y aprovechar cada oportunidad que tengo, da igual un campeonato de Europa o campeonato del mundo, hay que aprovechar todo lo que se pueda y si se puede luchar por lo máximo, siempre… Nunca se sabe cuándo habrá otra oportunidad.

P. ¿De qué vivirá cuando lo deje?

R. Estoy estudiando Ciencias de la Actividad Física y Deporte en la UCAM… La acabaré y cuando acabe la carrera deportiva ya tengo algo enganchado. Trabajaré de maestro de Educación Física o rendimiento.

P. Es campeón del mundo pero subcampeón de España detrás de Álvaro de Arriba…

R. El 800 español es muy potente, y así es mejor, así vamos mejor preparados para competir fuera los internacionales. Ya sabemos que vamos a hacer un buen papel fuera.

P. ¿Por qué hace el gesto de la moto siempre que puede?

R. Empecé a hacerlo de pequeño, una vez que me estaba jugando la liga de cross y estaba haciendo el tonto por el club, haciendo el gesto de la moto y tal. Y ya me llamaban por Murcia Mariano, el de la moto, y los aficionados me pedían que lo hiciera en las carreras. Me gusta ver las carreras de Moto GP y fórmula uno. Me gustan esos deportes porque parece que me dan la velocidad luego para el 800 y el 1.500, y te motivan, a ver si cojo yo esa velocidad corriendo. Es difícil, pero bueno… Y me gusta que me llamen así, Mariano el de la moto. Así quedo identificado.

P. ¿Y lo de poner cara de malo cuando le enfocan en la salida?

R. No sé si es de malo… Solo es de que estoy centrado y voy a competir. Voy a salir ahora a correr y no pienso en otra cosa. Puede ser mi instinto de killer, pero no lo pienso.

P. ¿Es un ganador?

R. ¿A quién no le gusta ganar? A todo el mundo le gusta. No vas a salir a una carrera para perder… sales a ganar o hacerlo lo mejor posible. Esté quien esté delante.

P. ¿Se siente más maduro que cuando debutó en el Europeo de Glasgow en 2019?

R. Tengo unos años más, así que un poco más maduro estoy.

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