Ofrendas en Chiapas y Oaxaca para exigir justicia por feminicidios y honrar a defensor de migrantes

En Tuxtla Gutíerrez, la comunidad LGBTTTI+ colocó una ofrenda para visibilizar la violencia que han dejado al menos una docena de transfeminicidios.

Por Ángeles Mariscal y Diana Manzo

En los estados de Chiapas y Oaxaca fueron instaladas este Día de Muertos ofrendas para conmemorar a los difuntos que han luchado por diversas causas sociales.

En Chiapas, protestaron por la falta de acción por parte del Estado para atender a víctimas de feminicidios y transfeminicidios; en Oaxaca dedicaron una ofrenda para honrar al defensor de los derechos humanos de los migrantes, Alberto Donis Rodríguez.

En diferentes ciudades de Chiapas, organizaciones y familiares de personas víctimas de feminicidios y transfeminicidios, colocaron ofrendas, denunciaron que hay una “crisis de feminicidios” y desapariciones en en este estado. Exigieron al Estado mexicano que cumpla con su obligación de garantizar, promover y proteger a las niñas, niños y adolescentes; y en general a las mujeres y transexuales.

En el marco de la celebración del Día de Muertos, en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, niños, niñas y adolescentes, junto con sus familias e integrantes de la organización Melel Xojobal, realizaron una ofrenda y una marcha fúnebre por las calles de la ciudad, para recordar a 57 menores edad que han sido víctimas de feminicidio, 24 de ellas indígenas tsotsiles y tzeltales.

Rindieron homenaje a Daniela Guadalupe, de 15 años; Jimena, de 6; Rosalba Santiago, de 17; Michel, de 16; Abigail y Esther, de 3 y 4 años; algunas de las víctimas de feminicidio que han ocurrido en Chiapas de 2011 a 2019.

También recordaron a 63 menores de edad que han desaparecido en el estado durante el mismo periodo, según el recuento que llevan el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas y el Observatorio Feminista contra la Violencia.

La marcha fúnebre recorrió el principal andador turístico de la ciudad de San Cristóbal, y culminó en la Plaza de la Paz, donde colocaron una ofrenda. Ahí exigieron al Estado mexicano que cumpla con su obligación de garantizar, promover y proteger a las niñas, niños y adolescentes.

Denunciaron que pese que existe una alerta de violencia de género desde 2016, en Chiapas se vive una “crisis de feminicidios y desapariciones en el estado de Chiapas”, que se suma a la desaparición de menores de edad.

Hicieron hincapié en que esta situación se agrava en las zonas indígenas, porque las autoridades actúan con discriminación y negligencia en las investigaciones que afectan a este sector social.

 

Ofrenda a víctimas de transfeminicidios en Tuxtla Gutiérrez

En Tuxtla Gutiérrez, activistas y la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Transexual, Travesti, Trasgénero y más (LGBTTTI+), colocaron en el Museo de la ciudad una ofrenda y un altar dedicado a este sector, para visibilizar la violencia que ha dejado al menos una docena de transfeminicidios.

Colocaron en la ofrenda fotografías, copal y carteles con las historias de algunas de estas mujeres transexuales. Roberto Ramos Maza, coordinador de la actividad, mencionó que en el altar se encuentran personas que han contribuido a la vida social, política y cultural para la comunidad, y que murieron víctimas de crímenes de odio.

Dieron a conocer que la Fiscalía General de Chiapas aún no adopta el protocolo de atención para víctimas de crímenes de odio, elaborado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

También en la capital de Chiapas, madres, padres, hermanas e hijos de mujeres víctimas de feminicidios, colocaron un altar. Exigieron a la Fiscalía y jueces de control, sanciones penas más severas para los feminicidas en Chiapas, y que el Estado asuma la responsabilidad de los huérfanos.

Denunciaron casos de impunidad, y otros en los que jueces han liberado a los feminicidas.

Juan Antonio Escobar, padre de la joven Maricarmen Escobar López, asesinada en Pijijiapan por Felipe de Jesús Chanlaty Albores, denunció que el joven fue detenido y luego liberado, “y que hoy camina por las calles con toda la libertad”.

Habló en representación de las familias integrantes de la Red de Familias Víctimas de Feminicidio; dijo que ahora ellos son las víctimas colaterales de estos crímenes. “Cuando mataron a mi hija, nuestro mundo se vino abajo, y desde ese día comenzamos una lucha, la lucha de la justicia que aún no nos ha llegado. Una lucha que cada familia ha emprendido con el dolor que ya traemos, entonces hay que sumarle ese otro dolor de impotencia y rabia por no poder accesar a la justicia”, agregó.

Los familiares colocaron en la ofrenda fotografías de las mujeres asesinadas. También estuvieron algunos de sus hijos que viven ahora bajo la responsabilidad de sus abuelos.

 

En Oaxaca, migrantes colocan ofrenda para el activista Alberto Donis

Migrantes centroamericanos que se refugian en el albergue “Hermanos en el camino” en ciudad Ixtepec, Oaxaca, dedicaron una ofrenda de Día de Muertos para reconocer la labor del activista y defensor de los derechos humanos de los migrantes, Alberto Donis Rodríguez, quién falleció en 2017 a causa de un accidente automovilístico.

Alberto Donis era oriundo de Guatemala e intentó migrar hacia Estados Unidos en varias ocasiones. Desde hace doce años (2007), fundó junto con el sacerdote Alejandro Solalinde el albergue para migrantes y desde entonces brindó un acompañamiento como defensor de los derechos humanos, labor que generó diversas amenazas en su contra.

La ofrenda dedicada al activista se montó en el espacio principal del refugio en donde los menores, niñas y niños fueron los principales en colocar las frutas y los panes además de flores.

En el centro del altar colocaron la fotografía de Alberto Donis, además de sus bebidas y alimentos favoritos e incluyeron flores de muerto, como cempasúchil y cresta de gallo.

“Dedicamos esta ofrenda con mucho cariño y recordando la buena labor que hizo Alberto Donis, fue un gran ser humano, nos apoyó mucho, él sabía nuestro sufrir porque también era migrante”, expresó una persona indocumentada.

Alberto Donis Rodríguez fungió por muchos años como responsable del refugio que fundó en el 2007 el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra y muchos lo recuerdan como una persona aliada en el tema migratorio.




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