Qué es un papa emérito y cómo sería el funeral de Benedicto XVI


ROMA, Italia — El Vaticano tiene rituales y procedimientos detallados a seguir cuando muere un pontífice, pero no había publicado reglas para un papa emérito como Benedicto XVI.

El ritual más importante que sigue a la muerte de un papa, un cónclave para elegir uno nuevo, no se aplicará.

El papa Francisco visitó este miércoles a Benedicto XVI, de 95 años, en su casa en Ciudad del Vaticano. La salud del papa emérito había empeorado debido a su edad.

Los observadores asumen que los rituales funerarios de Benedicto XVI se asemejarán mucho a los del obispo de Roma: un funeral en la Basílica de San Pedro o en la plaza, en este caso presidido por Francisco —en lugar del decano del colegio cardenalicio— y sepultura en la gruta debajo de la basílica.

“El funeral de un papa emérito es el funeral del obispo emérito de Roma”, dijo el historiador eclesiástico Alberto Melloni, y agregó que la situación no es del todo sin precedentes ya que las diócesis de todo el mundo han resuelto cómo honrar adecuadamente a los obispos jubilados.

EL DE BENEDICTO XVI SERÍA UN FUNERAL ÚNICO

El tomo “Ritual Romano” establece cómo se deben celebrar los ritos litúrgicos, con oraciones y lecturas específicas.

Sin embargo, se requieren algunos ajustes: debido a que Benedicto XVI era un jefe de Estado, el funeral presumiblemente adquirirá mayor pompa y contaría con la asistencia de delegaciones oficiales de todo el mundo. Para honrar su papado, probablemente su cuerpo reposará unos días en la basílica antes del funeral, como ocurrió con papas anteriores.

“Pido una oración especial para el papa Benedicto XVI que en el silencio esta sosteniendo la Iglesia y recordar que esta muy enfermo y pidiendo al Señor que lo consuele y lo apoye en que este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final”, dijo el papa Francisco.

Pocos pueden olvidar las largas filas de peregrinos que acudieron a despedir a San Juan Pablo II cuando murió en 2005.

EL RETIRO DE BENEDICTO XVI ES UN HECHO HISTÓRICO

Cuando Benedicto XVI anunció su retiro en 2013, abrió un territorio pontificio desconocido. Desde su título, “papa emérito”, hasta su decisión de conservar la sotana blanca del papado, él creó en gran medida un nuevo libro de jugadas para abarcar tanto al papa reinante como al retirado.

Christopher Bellitto, profesor de historia en la Universidad de Kean en Nueva Jersey, dijo que la novedad de la notable decisión de Benedicto XVI probablemente quedará para la posteridad.


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