El AVLO, el AVE de bajo coste que Renfe tenía previsto poner en marcha a comienzos del pasado mes de abril y quedó suspendido por el estado de alarma, no podrá retomarse, al menos en el corto plazo, por las nuevas condiciones para viajar que impone la crisis sanitaria de la covid-19, según anunció este miércoles el ministro de Transportes y Movilidad, José Luis Ábalos.
“No veo que podamos platear un servicio low cost en el corto espacio de tiempo”, ha reconocido el ministro. “Ahora mismo, con las distancias de seguridad que se plantean, va a ser complicado. Durante un tiempo, en tanto la pandemia no pase al olvido, el uso del transporte será muy distinto al que estábamos acostumbrados”, apuntó Ábalos durante su comparecencia en el Senado.
Renfe anunció el pasado 15 de marzo, un día después de decretarse el estado de alarma para combatir la crisis sanitaria, la suspensión de los planes del estreno comercial de AVLO en la línea Madrid-Barcelona, que estaba prevista para el 6 de abril. La operadora ya había comercializado casi 150.000 de las 522.000 plazas que inicialmente había puesto a la venta, y tuvo que devolver el dinero del billete.
La declaración del titular de Transportes y Movilidad no hace sino confirmar los planes de Renfe que, una vez que se decretó la alarma, decidió enterrar en un cajón su proyecto estrella cuyos bajos precios (desde 10 euros el billete de Madrid a Barcelona) están basados en la alta ocupación de los trenes, con filas de cinco asientos en lugar de los cuatro que llevan los AVE normales. Tal como adelantó EL PAÍS, las actuales normas de seguridad y distanciamiento social, que obligan a dejar asientos vacíos en los convoyes, hacían inviable su puesta en marcha, como admitieron los técnicos de Renfe.
Retrasos en los aeropuertos
Pero no solo Renfe va a sufrir los efectos de la covid-19. Ábalos también ha admitido en su comparecencia que los proyectos de ampliación de los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat pueden retrasarse respecto a su inicio previsto, en 2022, dejando en vilo una inversión de 3.000 millones de euros.
Ábalos aclaró que Aena sigue considerando que los grandes proyectos de ampliación previstos para el segundo Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) 2022-2026 son “necesarios”, pero los efectos de la pandemia hará que se rebajen las previsiones sobre el volumen de pasajeros.
Según los cálculos de Transportes, tras la casi total disminución de la actividad de Aena y a pesar de algunas previsiones que apuntan a que la recuperación de los niveles de tráfico aéreo del año pasado, esta no llegará hasta 2022 o, incluso, 2023. Con todo, el gestor aeroportuario mantiene vigentes sus compromisos de inversión del primer periodo 2017-2021.
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