Rifa organizada por AMLO es un ‘distractor’ político de corto plazo: Dresser

La politóloga consideró que este tema fue una promesa de campaña hecha al vapor para producir efectos políticos, pero que hoy se ha convertido en un compromiso incumplible.

La promesa de campaña hecha por el Presidente Andrés Manuel López Obrador de deshacerse del avión presidencial, además de la rifa con la que se entregarán premios en efectivo equivalentes al valor de la aeronave, se han convertido en un factor “distractor” para el actual gobierno que revela la falta de contrapesos internos, expuso la académica Denise Dresser.

En la Mésa Política en Aristegui en Vivo, Dresser manifestó que el tema del avión se ha convertido en una broma y en una piedra en el zapato tanto para el mandatario federal como para el gobierno, ya que lo que fue una promesa de campaña “hecha al vapor”, se ha convertido en un compromiso que no se puede cumplir.

“Más que ahondar si se vende o no, si se rifa o no, creo que es importante sentarse en lo que revela sobre la toma de decisiones en este gobierno. Fue una promesa de campaña hecha al vapor para producir efectos políticos, apoyos, mandar el mensaje de la frivolidad del pasado, contrastándola con la austeridad del presente. Pero después el presidente descubrió que la promesa era incumplible, que en términos de hacer operativa la venta no se podía rifar ni era posible deshacerse fácilmente del avión”, dijo.

Sobre los beneficios que pueda tener este asunto en la administración lopezobradorista, la académica sostuvo que el Boeing 787 Dreamliner es más “un  distractor de corto plazo”. Asimismo, expuso que esto ha revelado algunas aristas preocupantes pues “el presidente decide y nadie le dice que no”.

“El gabinete parece estar compuesto de ‘juanitos’ que no le advierten sobre la imposibilidad práctica de soluciones o de políticas públicas que propone. El presidente no entiende la normatividad o nadie se la explica y ahora decide pasar la charola entre los empresarios, trayéndonos de vuelta los malos recuerdos de cuando Carlos Salinas de Gortari lo hizo entre los empresarios pidiéndoles contribución para la campaña de Luis Donaldo Colosio”, apuntó.

“Un símbolo políticamente poderoso, pero también revelador de un proceso de toma de decisiones en un gobierno que dista mucho de ser profesional y de mejores prácticas”, abundó.

Por su parte, el historiador Lorenzo Meyer comparó lo que se vive actualmente con la rifa organizada por el gobierno de López Obrador con lo sucedido en el tiempo en el que Lázaro Cárdenas expropió el petróleo y convocó al pueblo para que le ayudara a juntar el capital necesario para indemnizar a las compañías petroleras.

Recordó como un grupo de mexicanos acudió al Palacio de Bellas Artes para entregar anillos, animales, gallinas, para tratar de juntar el monto, y aunque este no se juntó, sí fue una buena propaganda el ver a los ciudadanos tratando de apoyar a Cárdenas.

“Algo así veo con el avión, pero aquí es el poder llevado a la extracción de recursos de la sociedad, al punto de comprar esta aeronave que como se dijo desde el principio, no la tenía ni Obama ni Trump. Este es un gesto que una y otra vez se está usando en realidad no tanto para conseguir el dinero, que sí es importante, sino para exponer la naturaleza del régimen anterior”, expresó el académico.

Meyer señaló que la aeronave “José María Morelos y Pavón” TP-01 es un símbolo del exceso y por ello consideró que el proceso de deshacerse de ella será difícil. No obstante, apuntó que esto será un asunto del cual el gobierno de López Obrador sacará mucho provecho.

“El poner de una manera tan gráfica cómo se usaban los recursos del erario ese es el caso extremo y como caso extremo le está sacando jugo el gobierno”, agregó.




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