Un total de 1.500 estadounidenses continúan en Afganistán

Un grupo de afganos evacuados desembarca de un avión militar estadounidense en una base aérea de Kuwait, este martes.
Un grupo de afganos evacuados desembarca de un avión militar estadounidense en una base aérea de Kuwait, este martes.US AIR FORCE / Reuters

Más de 10.000 personas se encontraban este miércoles en el aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul, epicentro de la frenética evacuación de extranjeros y locales de Afganistán. Miles de ellos son afganos que reúnen los requisitos para abandonar el país, temerosos de represalias por parte de los talibanes, mientras que alrededor de un tercio de los 1.500 estadounidenses que permanecen en Kabul esperan poder ser repatriados en las próximas horas. Un total de 4.500 ciudadanos estadounidenses han dejado ya el país centroasiático desde el colapso del Gobierno de Kabul y la toma del poder por los talibanes, el pasado 15 de agosto, ha explicado el secretario de Estado, Antony Blinken, en rueda de prensa. El balance de las operaciones de evacuación alcanza las 82.000 personas, de distintas nacionalidades.

No hay un solo día que la Administración de Joe Biden no ofrezca un pormenorizado parte de movimientos, tras el mutismo mostrado inicialmente por Washington. Las comparecencias del presidente Biden han adquirido frecuencia casi diaria, en comparación con las primeros compases de la crisis, cuando el que ofrecía explicaciones era Jake Sullivan, su consejero de seguridad nacional. A marchas forzadas por los acontecimientos sobre el terreno, la Casa Blanca trata de recuperar el control de la narrativa sobre Afganistán mediante las apariciones públicas del mandatario, así como destacando el ritmo exponencial de las evacuaciones durante la última semana.

La tarea de comunicar la gestión de la Casa Blanca, una política cada vez más engrasada a medida que pasan los días, ha recaído este miércoles en el veterano Blinken, quien ha asegurado que Washington seguirá trabajando para ayudar a los colaboradores afganos que quieran salir del país después de la retirada definitiva de las tropas estadounidenses de Afganistán, el 31 de agosto. Pero, señaló el diplomático, “guste o no, son los talibanes los que tienen el control” de la situación, motivo por el cual EE UU está en contacto con ellos, en aras de facilitar la operación.

El remanente de 1.500 estadounidenses en Afganistán es significativamente menor que el cálculo ofrecido la víspera a la cadena de televisión CNN por fuentes del Congreso, que estimaban en torno a 4.100 el número de estadounidenses que aún seguirían en el país centroasiático. Sobre los rezagados, Blinken declaró que 500 ya han establecido contacto con las autoridades de EE UU y recibido instrucciones específicas para alcanzar “de manera segura” el aeródromo. El millar restante se encuentra ilocalizable, según el secretario de Estado. “Estamos intentando contactar con ellos varias veces al día a través de múltiples canales de comunicación”, manifestó el jefe de la diplomacia de EE UU. Entre los no localizados, Washington asume que algunos no querrán irse del país.

Como subrayó el presidente Biden en su comparecencia este martes, el objetivo es poner fin al gran operativo de salida cuanto antes. “Cuanto más se prolongue, más aumenta el riesgo de un ataque terrorista”, reiteró el mandatario. Blinken recogió ese argumento este miércoles, al asegurar que no puede descartarse una acción del ISIS-K (inicial de Khorasan), como se denomina el capítulo afgano de la organización terrorista Estado Islámico (ISIS, en sus siglas inglesas).

“Estamos operando en un entorno hostil en una ciudad y un país ahora bajo control de los talibanes, con una posibilidad muy real de un ataque del ISIS-K”, avisó el secretario de Estado.

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