Vestidos de camuflaje y armados, un comando de civiles estadounidenses se acerca a migrantes detenidos por las autoridades. Con un español básico, interrogan a los presentes, enfocándose en las familias con niños. Filman y suben estos cuestionamientos a las redes sin contexto o protección de la identidad de los menores exhibidos. Así opera Patriots for America, la polémica milicia que se ha asignado la misión de proteger la frontera de EE UU y que trabaja con la tolerancia y cooperación de los agentes oficiales locales.
En un contexto en el que la justicia obliga al Gobierno de Joe Biden a mantener las expulsiones de migrantes en calientes, la política migratoria impulsada por Donald Trump, la existencia de Patriots for America y grupos similares ha alertado a organismos humanitarios como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles de Texas (ACLU), que exige que las actividades de estas agrupaciones armadas sean sometidas a una investigación rigurosa.
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